Pov Ana El ruido de los quejidos de Arturo me despertó, enseguida me puse de pie y caminé hasta la cama. - ¿Ana? – preguntó gruñendo, parecía como si la luz le molestará por que mantenía los ojos cerrados. - Aquí estoy, tranquilo, todo está bien – le dije mientras acariciaba su mejilla. - ¿Qué me ha pasado? Siento que mi cabeza va a explotar – se quejó, trató de abrir los ojos para verme. - Te dejaron inconsciente en la puerta del departamento, te dieron una droga para dormir ¿Quién te hizo esto? ¿fue Roberto? – lo cuestioné, aunque por dentro sabía que lo más probable es que no recordará. Arturo se llevo la mano a la frente masajeándose la sien. - Ese imbécil me las va a pagar – soltó con rencor, me sorprendió escucharlo hablar así, ese era el Arturo que conocí hace varios meses e