Ana Lago - Y con este medicamente la infección en la garganta desaparecerá – digo mirando a los ojos a mi paciente, Erika Torres, es clienta frecuente de esas chicas que apenas estornuda y ya va al doctor. La recuerdo bien a veces hasta platicamos de como le va en su vida, pero ahora no tengo humor para eso así que la despido pronto. - Gracias, doctora Ana, es usted muy amable como siempre. Asiento con una sonrisa falsa, camino hasta la puerta y la abro para que salga. Suspiró al pensar que es la penúltima paciente que tengo por el día de hoy. Siento vibrar mi celular, lo tomó del bolsillo de mi bata y miro la pantalla. >, el mensaje no tenía remitente, tampoco conocía el número, pero por el texto sabía que era de Carlos, entrecerré los ojos preguntándome si ya tendrá teléfono móvil