Pov. Anna. No me gustaba ser el centro de atención, no quería tener todo aquello en mí, solo mantenerme en mi lugar seguro. Aun así, jamás lo encontraba. Jacob no dejaba de mirarme, sus ojos parecían querer analizar más de lo debido y yo no iba a entrar en detalles con él, no quería que me viera diferente. Mi familia lo hacía, no me dejaban hacer cosas, simplemente se ponían en plan “cuidemos a Anna”. No me rompía, no estaba dañada, solo algo averiada. Observé a las amigas de mi hermana que miraban todo y volví mi vista a él mientras me sentaba del otro lado. — O… un mafioso —dijo Charlotte y todos la miramos —. Porque las únicas personas que pueden tener estas cosas son multimillonarios, o billonarios, o mafiosos —movió el rostro —. Los delincuentes tienen cosas así de lujosas, al