Pov. Jacob — Tienes que ir tú —Lorenzo sonrió. — Creo que acaban de hacer trampa —miró las cosas en la mesa. — Para nada —Dylan sonrió y ladee mi rostro. — Te romperé el otro brazo —saco un poco su labio. — Sí haces eso, tendrás que trabajar el doble para alimentar a mi hija —los demás comenzaron a reir. — Oh mira, re sencillo —afirmó. No tenía hijos, no quería, estaba jodido. Mi cabeza no funcionaba bien, no podía dormir con nadie, cuando dormía tenía un arma en mi mano o en su defecto debajo de la almohada. Cuando no lograba dormir, terminaba en la cocina con Lorenzo. Por lo general nos trasnochábamos, éramos los que menos dormían y al final de cuentas los que más trabajo tenían. Leo sabía que ambos podíamos ver un poco más, los chicos no eran malos en esto, hacían e