Capítulo 66 ¿Por qué hablas como si te lo hubiera pedido? Me llevó de nuevo a la camilla y me sentó allí. Soltó mis labios “¿mi silencio solo vale un beso?” Me preguntó levantando una ceja, yo no sabía que responder, pero cuando comencé a divagar en mi mente lo escuché “enfócate, Samantha, no tengo tiempo para esperar que regreses del limbo” ¡Maldición! Cuando estoy cerca de este hombre mi cuerpo se pone más traicionero “Es que… tiene razón, no creo que pueda ofrecer nada que el ingeniero necesite para comprar su silencio” El hombre sonrió, me tomó de la nuca y me volvió a besar, esta vez, era un beso dulce, calmado, si no supiera lo mucho que este diablo me odia, definitivamente pensaría que me tiene cariño. De pronto lo volví a escuchar “si no te enfocas, mejor nos vamos” En