Capítulo 65 ¿Qué puedes ofrecerme que yo no tenga por montones? Después de escuchar el portazo, lo primero que hizo fue reírse, mirarme despectivamente, acto que, aunque no puedo negar que me dolió, también me hizo sentir menos incómoda. Colocó un gel helado envuelto en algo parecido a una gasa alrededor de mi frente, esto me causó mucha risa, pero me contuve, me agarró por los hombros, obligándome a acostarme en la camilla, tomó mi mano con suavidad y la colocó sobre el paquete que puso en mi frente para que lo sostuviera, esa misma era la mano que apretó al arrastrarme, así que colocó el otro frio pack en mi muñeca que apenas estaba un poco sonrosada porque soy de piel delicada “no es necesario, no tengo ningún esguince allí, pero si me vuelves a arrastrar, sin duda se inflamará” Le