Capítulo 5.3: Una nueva etapa

1424 Words
Karla volvió con nosotras y se sentó en el sillón individual; ¡cielos! aún recién levantada se veía hermosa, el azul de sus ojos se mostraba inclusive más intenso. - Así que desea que asesore a Laura - afirmó mi linda maestra. - Sí así es, Laura me ha dicho que el profesor que tienen se jacta a menudo de que sus exámenes son muy difíciles y casi imposibles de pasar y además me comentó que usted da también esa materia y que la da muy bien, así que me gustaría que pudiera darle clases particulares en la mañana. - Ya veo - dijo Karla mientras miraba a mi madre y a mí, se llevó la mano a la frente impidiéndome ver sus lindos ojos azules. - "¿Qué debo hacer? - pensé - sería una entrada extra de dinero, tengo que arreglar un par de cosas en la casa y lo que gano no me alcanza muy bien que digamos, pero estar con Laura... esa niña... me hace sentir tan extraña... ¡Bueno ya! Es solo una niña y además es mi alumna es hora de tomar al Toro por Los Cuernos y dejarme de estupideces... sí, voy a aceptar. La trataré como lo que es solo como mi alumna" - Bueno - dije sonriendo - acepto será una hora diaria de lunes a viernes y le cobraré $100 pesos ¿está bien ese precio? - Por supuesto maestra - respondió la madre de mi alumna - ¿Puede empezar hoy mismo? - Lo lamento pero este día no podré, será hasta mañana le parece bien de 10:00 a 11:00 am. - Sí me parece bien ¿y a ti hija? - me preguntó mamá. - Sí, esta bien a esa hora - sonreí enormemente no pude evitarlo ya que estaría con ella todos los días una hora y eso sin duda me permitiría conocerla mejor. - De acuerdo a partir de mañana te espero todos los días a las 10:00 am en punto por favor - sentencié para darle a entender a mi joven alumna que no toleraría alguna indisciplina de su parte. - ¿El pago lo quiere diariamente o se lo doy junto los sábados? - Estará bien los sábados - contesté amablemente - ¿gustan tomar un café?, me parece que ya esta. - No, así esta bien gracias, tenemos que irnos, le agradezco su atención profesora Karla ¿verdad? - Sí, a sus órdenes. - Gracias - se levantó y me tendió la mano - espero que mi hija aproveche sus conocimientos. - Eso ya dependerá de ella yo le enseñaré lo que sé - Karla me miró sentenciosa y entonces entendí que si quería que ella se fijase en mí yo tendría que poner lo mejor de mi parte. Salimos de su casa y nos despedimos de ella; por el rostro de mi madre se notaba que mi profesora le había dejado una buena impresión. - ¿Qué te pareció mi profesora mamá? - pregunté al llegar a la avenida. - Bien, se ve que tiene didáctica, dices que es buena ¿no? - Sí es muy buena en Biología y en Química. Voy a echarle ganas para demostrarle a Fuentes que sus exámenes para mí no serán imposibles. - Espero que sepas aprovechar las clases de la maestra hija. - Por supuesto mamá... ¿qué me crees una irresponsable, o qué? - le pregunté con reproche. - Claro que no hija - me miró sonriente - es una pena que Román se la pase todo el día en su Facultad de otra forma él te hubiera dado clases. - ¡Quuuuuéééééé? Con el geniecito que se carga, nooooooo prefiero tomar clases con cualquier otra gente, menos con él - me solté a reír. - Bueno es cierto que tiene su carácter pero saca excelentes calificaciones. - Es verdad pero él anda muy ocupado y es mejor que se dedique a su carrera - llegamos a la casa, mi mamá se dirigió a la cocina y yo subí a mi cuarto a terminar mi tarea de Inglés. ---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- Julián y Román llegaron a la Facultad de Química, el día estaba soleado sin rastros de nubes en el cielo, las jardineras de la facultad se veían limpias y de un verde luminoso y radiante, se escuchaban los cantos de las diversas especies de pájaros que merodeaban por los árboles de las jardineras Julián sonrió al escuchar a las aves sacó sus gafas de sol y se las colocó. - Te las pones para que así yo no vea a quien estas mirando ¿verdad Julián? - ¿Qué?... no ¿cómo crees eso?, es por el sol me lastima un poco la vista. - Si, tu y tus ridículas excusas, si te digo que solo andas de morboso viendo a los chavos. - ¿Qué?... no, eso no es verdad. - Haz lo que quieras total lo que tu hagas yo lo puedo hacer mejor - dijo Román visiblemente molesto y se adelantó unos pasos del moreno hombre. - ¡Hey! Espérame - Julián se quitó los lentes de sol y alcanzó a Román sujetándolo del brazo. - Suéltame - dijo Román mirándolo sumamente enfadado - lárgate que no te quiero ver, no te digo siempre tienes que salir con tus chingaderas - dicho eso se alejó de Julián dejándolo sumamente confuso. - Pero... - musitó Julián mirando el cielo - ¿qué hice?... ¿fue por las gafas?... ¿qué fue?... - siguió tras Román pero sin alcanzarlo, ambos tenían una misma dirección su salón de clases. ---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- Alejandro checó su tarjeta y se dirigió a su consultorio, la sala poco a poco se iba llenando de pacientes, se notaba que sería un día muy ocupado, entró a su consultorio y se sentó tras su escritorio, la puerta del consultorio se abrió y Ericka entró, con pasos firmes y lentos llegó hasta el escritorio de Alejandro. - Alejandro quiero decirte que nunca más atenderé en tu lugar a algún paciente tuyo sea lesbiana o gay o lo que sea ¿entiendes? - en la obscura mirada de Ericka se veía una gran decisión - estoy fastidiada de tu comportamiento para con esa gente ¿entiendes?... o cambias o definitivamente romperé contigo. - ¿Por qué me haces esto?... te he contado todo mi pasado ¿y aún así no me comprendes? - dijo apesadumbrado. - ¿Por qué te haces tu esto Alejandro?... vamos por favor intenta sanar, lo que hizo tu padre no tiene nombre pero, entiende que debes de dejar eso en el pasado, no puedes continuar viendo a tu padre en cada persona homosexual que ves ¿me entiendes? - dijo Ericka sentándose frente a su novio. - No lo entiendes no es tan fácil como tu crees - Alejandro suspiró con fuerza - si hubiera sido mi madre la que solamente los vio y me lo hubiera contado tal vez no hubiera entendido la gravedad de las cosas... pero - Alejandro se llevó las manos a la cabeza - fui yo quien los encontró en la cama de mi madre, ni siquiera se dieron cuenta de que yo los estaba viendo - meneó la cabeza en negativo - esa imagen jamás podré olvidarla ni la expresión que vi en el rostro de mi madre cuando me alcanzó y miró lo que yo estaba presenciando - volvió a suspirar - si no fuera porque es imposible hubiera jurado que escuché el corazón de mi madre hacerse trizas en ese instante... ahí estaba mi padre revolcándose con su mejor amigo, con el medio-hermano de mi madre... - sonrió irónico - el padre de sus hijos la engañaba con su medio-hermano, ahora entiendo por qué casi nunca salía de nuestra casa siempre estaba de visita - una lágrima escapó de sus ojos - el bastardo de mi tío se acostaba con mi padre, con mi héroe, lo lamento Ericka se que para ti también es difícil comprenderme, a veces lo intento ¿sabes?... a veces solo a veces trato de parecer indiferente a esos tipos pero en el momento en que empiezan a coquetear o incluso a insinuarse simplemente no lo soporto y antes que dejarme vencer por el ansia de golpearlos prefiero dejarlos, irme y refugiarme contigo amor ¿me comprendes? - Alejandro la miró con tristeza infinita. - Alejandro, realmente quiero estar contigo pero debes prometerme que iras con algún psicólogo, debes de sacar esos sentimientos que hoy día imperan en tu corazón.
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