Capítulo 5.4: Una nueva etapa

1911 Words
- Lo sé... de acuerdo, lo haré por ti... así que ¿a quién me recomiendas? - Alejandro sonrió un poco. - ¿Lo dices en serio? - la voz de Ericka se escuchó ansiosa. - Por supuesto... lo haré, te lo prometo. - Bien - Ericka sonrió - te concertaré una cita conozco a un psicólogo es excelente en su materia verás que con ello te sentirás mejor - se levantó y se acercó a besar a su novio, ella sabía que la infancia de su prometido no había sido fácil pero deseaba ayudarle a borrar de su mente el fantasma de su padre. ---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- Pasé por Dennis para irnos a la escuela, como siempre se veía lindísima, al verme me saludó como siempre, se notaba de buen humor. - ¡Aaahhh! Laura déjame te enseño algo que me escribió Armando ayer en clase de Literatura. - ¿Qué es? - pregunté sin mucho interés. - ¡Aaaahh! Es algo muy lindo mira - Dennis me extendió una hoja de cuaderno de raya - es muy tierno el sábado me va llevar al cine. - ¿En serio? - pregunté sin mucho ánimo. - Sí, pero anda lee lo que me escribió. Tomé el pedazo de papel entre mis manos y lo leí... "ahora que eres mi chava me siento muy feliz, las estrellas del cielo vrillan mas cada día y en la luna se refleja tu cara vonita, y todos los dias pienzo en ti al despertarme. T.Q.M (te quiero mucho) Armando." - ¿Sabes? - le extendí el papel a mi amiga - aun sigo creyendo que lo que él necesita es un diccionario y no a ti Dennis. - ¡Ay! Ya vas a empezar, pues a mi se me hace muy bonito. - Si tu lo dices amiga - me molesté un poco, seguía sin entender a Dennis ¿cómo era posible que semejantes tonterías le gustaran tanto? - Empiezo a creer que si estas celosa, ya admítelo Laura a ti te gusta Armando. - ¡Quééééééééé? - le miré con espanto - ¿como crees semejante cosa? ¿estas loca?, no tengo tan malos gustos. - ¡Malos gustos? - me preguntó indignada - pues sábete que muchas chavas ya quisieran andar con él pero la ganona fui yo y por como actúas a mi se me hace que si te hubiera gustado andar con él. - ¡Claro que no! - levante un poco la voz. - ¡Entonces por qué siempre te molestas cuando hablo de él? - me alzó la voz. - ¡Por ti! - dije de manera inconsciente, me callé de golpe cuando fui conciente de la respuesta que le había dado. - ¿Por mi? - Dennis me miró extrañada - ¿cómo que por mí?... a ver dímelo más despacio porque no te entiendo - la mirada de Dennis seguía posada sobre de mí y yo simplemente no tenía idea de que responderle. ---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- De camino a la escuela medité sobre el asunto de darle clases particulares a Laura, me preguntaba si había hecho lo correcto al aceptar, por otro lado tenía que ver la forma de librarme de conocer a esa tal Ana, miré hacia el cielo por un momento, se hallaba completamente despejado saqué mis gafas de sol y me las puse, fijé de nuevo la mirada al frente y vi a Laura y a Dennis paradas a la sombra de un árbol de eucalipto, mi joven alumna miraba una vez más el suelo con demasiado interés, eso me provocó una sonrisa, su rubia cabellera se agitaba ligeramente al paso de las ráfagas de viento producidas por los autos y microbuses que circulaban por la avenida, estaba a unos metros de ellas cuando Laura levantó la vista y la posó sobre mi persona, por un instante sentí una extraña sensación en la boca del estómago, su verde mirada me absorbió por completo, sus rosados labios se entreabrieron un poco, en verdad me hubiera gustado definir lo que vi en sus ojos, me perdí en su verde esmeralda a tal grado que me olvidé por completo de Dennis, me detuve frente a Laura. - Hola de nuevo Laura - sonreí. - Ho... la... hola - Laura no dejaba de mirarme noté al instante un leve rubor cubrir sus blancas mejillas. - Soy la primera en tu lista el día de hoy ¿no es verdad? - dije sonriendo. - ¿La primera?... ¿lis... lista? - reaccionó un tanto extrañada. - Así es dentro de - miré mi reloj - 5 minutos inicia mi clase con tu grupo - volví a sonreír. - ¡Oh! Es cierto - pareció como si de repente despertara de alguna ensoñación - creo que es hora de irnos. - Bueno anda sino llegaremos tarde - dije al tiempo que iniciaba nuevamente a caminar. - Sí claro - dijo Laura sonriendo de una manera un poco tonta, cosa que me pareció muy tierna. Caminamos unos metros cuando de nuevo escuche su dulce voz. - Gracias - dijo sin mirarme. - ¿Gracias por qué? - le pregunté mirándola de reojo. - Por aceptar darme clases particulares - se acomodó la mochila sobre los hombros. - No ha sido nada - trate de parecer indiferente - de cualquier modo me hace falta un ingreso extra. - Ya veo - dijo mi joven alumna con la voz apagada cosa que me hizo sentir molesta conmigo misma, tal vez la ofendí y eso no me hacia sentir bien. - Pero - traté de corregir - me alegra saber que tendré toda tu atención y que no me decepcionarás porque eres muy atenta y aplicada - volví el rostro para verla, ella me miró y sonrió, ahora estábamos ya a las puertas de la escuela - bueno aquí nos separamos Laura - le dije mientras me retiraba las gafas de sol - nos vemos en un momento en tu salón ¿de acuerdo? - sonreí. - De acuerdo - respondí mirando esos lindos ojos azules como zafiros. Karla se adelantó y me quedé embobada viéndola era maravillosa esas gafas le sentaban espectacularmente en verdad me sentía tan extraña cada vez que la miraba, seguí de camino a mi salón, pude ver a mi alrededor tanto alumnas y alumnos que caminaba, corrían, platicaban y sin embargo yo me sentía como si estuviera en otra dimensión, levanté la vista al cielo y lo vi libre de nubes, seguro ese día no llovería; me olvidé de lo que pensaba al recordar que seguramente ya todas las bancas estarían ocupadas y aceleré el paso pues en verdad no deseaba en absoluto sentarme hasta atrás y menos en su clase, así que me apresuré a llegar al salón. ---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- Cheque mi tarjeta y saludé a Ignacio el profesor de la materia de Ciencias Sociales, a Francisco un profesor ya entrado en años que impartía Ingles y a Adriana quienes me saludaron afables y conversamos unos minutos sobre la pasada junta, concordamos en que verdaderamente se requería de la participación y buena disposición de los alumnos para poder terminar los temarios y con ello que la educación se elevara. Al ver mi reloj me despedí de mis colegas y salí rumbo al grupo de Laura, al llegar a la explanada me topé con Dennis quien me miró de una forma interrogativa, recordé de pronto que ella se encontraba con Laura y que ésta se vino conmigo dejándola a mitad de la calle; me limité a saludarle y ella correspondió mi saludo. Karla entró al salón seguida por el resto de alumnos que estaba aun afuera recargados en el barandal, para mi mala suerte los asientos de hasta adelante estaba todos ocupados y tuve que sentarme en la tercera fila y para colmo estaba pegada a la pared, me preguntaba si Karla me vería. Dejé mis cosas sobre el escritorio y eché una rápida ojeada al grupo por un segundo no vi a Laura, mal disimuladamente miré de nuevo alrededor del salón y por fin pude ver esa verde mirada, rompí en segundos nuestro contacto visual y regresé la vista sobre las cosas que sacaba del portafolios. Ella me miró fue lo primero que pensé, ella me busco con la mirada, ¿o fue tan solo mi imaginación?, en realidad no me importaba deseaba ser su mejor alumna para poder estar más cerca de ella, necesitaba estar más tiempo con ella, ahora lo sentía como una franca necesidad. La clase de dos horas la convertí en una clase de hora y media, les expliqué a mis alumnos que de ahora en adelante a excepción de las prácticas de laboratorio todas nuestras clases teóricas serían de hora y media y que durante de la media hora libre que tuvieran la aprovecharan para terminar las tareas de otras materias ya que no les permitiría que salieran del salón, la mayoría estuvo de acuerdo y solo una pequeña minoría intentaba convencerme de que se les permitiera salir, sin embargo mi decisión fue terminante y no les quedó otra que aceptar. Karla dio por terminada la clase, sin embargo faltaba media hora para el inicio de la siguiente clase que era Inglés, miré en derredor del grupo y algunos efectivamente terminaban tareas que dejaron pendientes, otros platicaban, el Tío y su novia charlaban tomados de la mano, algunos otros miraban por las ventanas y cuando fijé la vista en Karla la noté concentrada sobre el libro que leía, como estaba forrado no supe que temática podría abarcar dicho libro. Pero ella se veía sensacional, el brillo de su obscura cabellera me recordaba a una noche sin luna, ni estrellas, su tez canela era preciosa de un bronceado perfecto y sublime y ese azul mar que poseían sus ojos, ¡cielos! Podría perderme dentro de ese océano, incluso ahogarme en el y no me importaría en lo absoluto, al contrario creo que sería inmensamente feliz. Concéntrate en el libro, me decía una y otra vez, me era imperativo hacerlo, de lo contrario buscaría a Laura con la mirada otra vez, eso no estaba bien, en realidad no estaba bien, estaba pensando en ella en lugar de concentrarme en la lectura ya había pasado cinco páginas y si me preguntaran que leí no sabría que responder pues mi atención estaba muy lejos de lo que leía; muy bien ahora acepté el hecho de que sin duda alguna debía conocer a esa tal Ana porque no podía seguir teniendo a Laura en mi pensamiento, me era doloroso pensar en ello, esa niña, Sí, eso es esa NIÑA confiaba en mí y me veía como una excelente maestra así que trataría de no decepcionarla por ese lado, me portaría a la altura de una profesora, ella era mi alumna y como tal debía verla, nada más, ¡vamos! Que no debo permitir que suceda nada como aquella vez que estuvimos a solas en el laboratorio de química, no debo perderme otra vez en su verde mirada, en esa dulce y hermosa mirada, oh no ahí voy de nuevo, ya ¡basta!, miré el reloj era hora de irme, guardé el libro que leía y salí del salón sin despedirme, ni voltear a ver a mis alumnos, ahora creía que darle clases a Laura no había sido una buena idea ya que esta niña esta despertando en mi sentimientos que en verdad no deseaba tener, ni sentir, en verdad no lo deseaba.
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