EPISODE CUATRO

1164 Words
POV de Anna —¿Con quién demonios te acostaste, Anna?—, me grita mi madre en el momento en que entramos a la casa. Pamela nos dejó después del silencio que se produjo inmediatamente después de que el médico anunciara la noticia. Ese silencio se prolongó hasta que llegamos a casa. Me muerdo el labio inferior en silencio, llena de remordimientos. No sé qué decirle a mi madre. ¿Cómo puedo estar embarazada durante tres meses sin siquiera saberlo? Me pregunto. Sé que mi madre está muy decepcionada de mí. —¿No vas a responderme, niña fácil?— —Mamá, no soy una niña fácil—, le respondo con ira. —¿Por qué diablos me llamas así si ni siquiera sabes cómo me quedé embarazada?— —Entonces habla. Tu silencio me está matando. ¿Cómo lidiarás con esta situación y con tus estudios? ¿Así es como te entrené? ¿Por qué diablos te gusta atormentarme?— —Mamá...— —No me llames. Solo dime quién demonios te metió su semilla, niña ingenua—. Suspiro. Ni siquiera sé qué decirle. ¿Cómo puedo decirle que no lo conozco por su nombre? ¿Cómo le digo que solo conozco al cabrón por su cara? Estoy jodida, pensé. Mi madre jadea de repente, como si recordara algo. Estamos en la sala de estar, que contiene dos sofás, un juego de mesa y una mesa central. Es una casa pequeña que nos ha mantenido seguros durante años. También es un recordatorio de lo pobre que es mi madre en comparación con mi amiga, Pamela, que es dueña de su propio coche. —Anna—, mi madre levanta la cabeza, señalándome con el dedo índice. —Cameron se fue hace tres meses, ¿verdad?— Sé de qué está hablando inmediatamente y sacudo la cabeza. Mi madre está pensando que el bebé es de Cameron. —No es lo que estás pensando, mamá. Cameron y yo nos distanciamos tres meses antes de que rompiéramos—. Mamá suspira aliviada mientras se desploma en el sofá más cercano. Odia a Cameron con pasión y estaba en contra de nuestra relación. Cuando rompimos, estaba feliz y aliviada. —¿Quién demonios te embarazó entonces?— Su voz es baja. —¿Empezaron a salir de nuevo antes de que rompiéramos?— —No, mamá—, respondo con calma. —¿Y qué pasó entonces?— —La noche después de que rompimos, ¿recuerdas que Pam y yo fuimos a una fiesta?— —¿Y te violaron?" supone. —No, mamá. Fue un consenso entre nosotras. Lo hice porque sentí que Cameron se enteraría y se sentiría mal por eso. Lo hice porque quería fastidiarlo, quería que supiera que otros hombres me encuentran atractiva...— —¿Y tontamente tuviste sexo con un hombre?— Me interrumpe con un grito. Me quedo en silencio. —¿Y ni siquiera se te ocurrió tomar unas pastillas después del maldito sexo?— Su voz tiembla. —Mamá...— —No me llames. ¿Sabes en qué clase de lío estamos metidos ahora? ¿Cómo quieres que nos ocupemos de este maldito embarazo tuyo? Dímelo—. —Lo siento, mamá. No quise que esto pasara—, digo y empiezo a sollozar en silencio. Mi madre exhala profundamente y se relaja en el sofá. Está pensando en la salida. —¿Quién es este maldito hombre?— pregunta finalmente. Me he quedado sin palabras en este momento. Este es otro problema. Sé que llegará a esto. ¿Cómo le digo que no conozco al hombre que me embarazó? —Anna, te hice una pregunta, ¿no?— —Mamá, yo sí... no... no...— —¿Hablarás?— Ella se acerca a mí. —No lo conozco—, dije de golpe. —¿Qué?— —Sí, mamá—, sacudí la cabeza repetidamente. —Solo sé cómo se ve, no sé su nombre ni dónde vive—. —¿Qué?— exclamó mamá de nuevo. **** Corro a mi habitación después de que mamá me golpeara fuerte en las mejillas. En el momento en que entro, las lágrimas comienzan a rodar por mi rostro. Las dejo caer libremente mientras me desplomo en mi cama. Estoy condenada. ¿Cómo me las arreglaré en la escuela? ¿Me convertiré en el hazmerreír de mis compañeros? Cuando Cameron se entere, ¿cómo se sentirá? Todo esto es lo que me hace llorar más fuerte. La bofetada de mi madre es solo una puerta de entrada a las lágrimas que amenazan con caer desde que el médico nos dio la noticia. Intento pensar en las posibles formas de volver a ver al hombre. Apenas puedo reconocerlo y cierro los ojos para verlo, dejando que la imagen se quede en mi cabeza. Mamá trabaja como camarera en un restaurante. No sé cómo podemos arreglárnoslas con lo poco que gana. ¿Debo abandonar la escuela entonces?, me pregunto. Mis lágrimas no paran. No tengo nada con qué consolarme. Me siento avergonzada de mí misma en este momento. Después de llorar sin parar durante un rato, me duermo en la cama, sin quitarme el vestido. El golpe en mi puerta me despierta de mi profundo sueño. —Anna, lo siento. Por favor, abre la puerta—. Mamá se disculpa desde afuera. Sigo en la cama, escuchándola. Quiero ir a abrirle la puerta, pero todavía me duele su comportamiento. Sé que tengo la culpa y no espero que me elogie por mi comportamiento tonto. Lo mínimo que esperaba de ella era que me apoyara. Este es un momento difícil para mí. —Anna, por favor abre la puerta. Lo siento. Solo estaba enojada contigo por...— —Vete, mamá—, grito. —Anna, por favor escúchame—. —¡Vete!— No escuché su voz nuevamente y, unos minutos después, escuché el sonido de sus pies alejándose. Estoy a punto de volver a dormirme cuando suena mi teléfono. Es Tony. Me doy cuenta de que se supone que saldremos esta noche. —Tony, lamento no poder ir esta noche—. Me disculpo de inmediato. —¿Qué? Vamos, Anna. Mis amigos ya están llamando. Les dije que vendrías conmigo—. —Lo sé, Tony, pero no puedo. Ha surgido algo. Lo siento—, murmuro. —¡Mierda! Deberías haber llamado antes para informarme, Anna. ¿Por qué tienes que esperar a que llame?—, grita. El Tony que conozco es un buen tipo y agradable, pero el que habla ahora suena egoísta y me molesta. —¿Sabes lo que pasó? Me desplomé justo después de que nos fuimos y me llevaron de urgencia al hospital. Nunca supe que eras tan egoísta—. Estoy enojada con él. Enojada con todos. —Anna...— —Cállate la puta boca y deja mi teléfono—, grito y cuelgo molesta.
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