Una semana después. Naviera Montenegro. Egan estaba ante el abogado de la empresa, también estaban ahí Emmanuel y Fabián lo esperaba, cuando él los vio se sintió demasiado incómodo, pero no lo iba a demostrar, se mostró altivo ante su presencia. —Bien, tiene todo listo, quiero firmar para traspasar mis funciones de CEO a Emmanuel lo más rápido posible. El abogado lanzó una mirada a Fabián. —Déjenos solos, por favor —dijo Fabián Egan rodó los ojos, lo que menos quería era ver y hablar con él, en los últimos días, Fabián había intentado llamarlo, buscarlo, pero él rechazó cualquier contacto. —Habla rápido, por favor, tengo prisa, debo volver a mi trabajo —sentenció Egan con una mirada severa contra el hombre. —Supe que fuiste a trabajar a una de las empresas del duque Anjou —dijo e