Muy cerca de la hora de la cena el resto de las personas que faltaban llegaron, el reencuentro con Judith fue más sobrio que con sus hermanos, solo compartieron un abrazo con suficiente distancia y un beso en la mejilla, con el padre de Dylan nunca tuvo una buena relación, así como con Olenka y con Valeria ya ni se diga, toda la familia Friedman pensaban que ella no era suficiente para su hijo, ¿Por qué? Quien sabe, nunca tuvo una respuesta clara a esa duda que se dejaba sentir cada vez que iba a la casa de su entonces novio y ahora ex resentido que estaba buscando cualquier forma para molestarla con Erika que se estaba prestando para ese circo.
Fueron a la mesa de la terraza porque era mucho más grande que la del comedor adentro de casa, Victoria amaba los tacos y su padre le llevó de sobra para que se diera gusto comiendo cuantos tacos quisiera, hasta con todas sus salsas y los cebollinos asados tan buenos que no había comido desde hace mucho tiempo porque en navidad hubo mucha comida que no se acercaba a los tacos.
– ¿Qué planes tienes? – preguntó Sasha sentada frente a Victoria y al lado de Christian.
– Estaba pensando tomarme una semana para organizar algunos documentos como la licencia de conducir y quiero organizar mi cuarto, ya después iré a dejar mi currículo a diversos lugares donde necesiten una persona con mis estudios. – relleno la tortilla con carne y le dio una gran mordida.
– Sería bueno que trabajaras con nosotros... – Christian sonrió – Tenemos un departamento de consultorías de gestión de negocios digitales, hay clientes que dudan y que no tienen el concepto claro, sabes que en los años han variado las formas de promocionar los productos. – dijo mientras veía a su padre asentir de forma efusiva.
– Esa es la idea que tenía en mente, que te unieras a la empresa familiar en ese sector y no puedes solo trabajar con clientes, puedes trabajar para mí con los activos digitales, eso se va retomando nuevamente después de la crisis de hace quince años... – Patrick vio a su amigo – Ella podría ayudarte mucho con tu empresa, la podrías expandir mucho más. – con sus palabras Armin se rio.
– Tengo gente con experiencia que hace esos trabajos y puedo confiar en que harán un trabajo profesional. – dijo con una voz cantarina.
– Eso sí, mi chiquita no tiene experiencia todavía. – se encogió de hombros sin disgusto a ese comentario a pesar de él recibió a su hijo sin ningún tipo de experiencia.
– Podrías darle el puesto de gerente de proyectos. – la sugerencia de Elliot hizo que Dylan volteara a verlo.
– Ese es mi puesto. – comentó el hombre con seriedad.
– Era un puesto temporal, tu contrato se renueva cada año y se puede suspender en cualquier momento. – se encogió de hombros como si quitarle el trabajo no fuese nada.
– Podríamos nombrarla como asistente del director de cuentas, que aprenda y cuando se maneje bien en el negocio dejarle el puesto oficialmente. – Christian quería que su hermana tuviera el cargo de directora porque sabía que se lo merecía por su inteligencia.
– Le están dando mucho, acaba de terminar la universidad. – dijo Valeria.
– Esa es la idea, darle la oportunidad a alguien que acaba de terminar la universidad, es en lo que se basa mi empresa, abrirles la puerta a los jóvenes con nada o poca experiencia laboral es ridículo pedir cinco años de experiencia a un joven de veinte años. – Patrick tenía una visión clara de a quienes quería ayudar con su empresa, tenía un lado filantrópico.
– Podemos hablar de trabajo después de su tiempo de vacaciones, quiero mandarla a conocer el mundo antes de que se centre solo en una vida laboral. – dijo Adele mientras la veía comer entre risas.
– Mamá. – Victoria negó con la cabeza.
– No me culpes, pero sí ayúdame a ir a cortar el pastel porque ya todos están terminando. – se levantó de la silla al igual que su hija que se estaba preparando su ultimo taco.
– ¡Que ricos están los tacos! – exclamó devorándolo por completo.
– Yo te ayudo con el postre, aquí hay más carnitas para que comas, compre en abundancia para que te des gusto. – Patrick se puso en pie y besó la mejilla de su hija.
– Si sigues comiendo de esa forma vas a reventar, deberías cuidarte un poco mejor porque las niñas gordas nunca consiguen novios guapos... – dijo Olenka mientras se limpiaba los labios – No querrás que el único que se fije en ti sea el plomero o el jardinero que viene a tu casa ¿O sí? – se burló de ella de una forma bastante pasivo-agresivo.
– Ay que mala es... – Sasha se metió – Las cosas del amor no están escritas en piedra y puede que sea un multimillonario quien se enamore de Victoria, porque hermosa si está. – volteo a verla y Victoria estaba ocupada rellenando otra tortilla.
– Guapa, pero si sigue comiendo así se va a convertir en un cerdo y ahí milagros no hay. – Judith le apartó el plato.
– Ni que anduviera desesperada buscando marido, los diez tacos que me acabo de comer se me van en dos semanas de ejercicio si es que se quedan en algún lado de mi cuerpo después de ir al baño más noche. – le hecho salsas antes de comerlo.
– Si le sigues echando chile de esa forma te van a salir más que los tacos de esta noche. – Elliot soltó una carcajada al ver a su hermana atragantarse porque también se rio.
– El pedazo más grande de pastel de chocolate para mi niñita que acaba de regresar. – mamá llego con el plato para su hija.
– Tanto drama solo porque ha vuelto. – Judith rodó los ojos.
– A todos los trate igual cuando regresaron, no tienes por qué estar celosa porque hicimos la misma celebración cuando ustedes terminaron la universidad, aunque tu preferiste pasar el resto de la noche con tus amigos. – beso la mejilla de Victoria antes de acomodar bien el plato, le había puesto fresas extras.
– Yo sí tenía amigos, Victoria no. – tomo el plato que su padre le dio.
– Si tengo amigos, la mayoría ya están trabajando y no tenían tiempo de andarlo perdiendo tomando en cualquier lado. – Victoria tomó el tenedor para comenzar a comer.
– ¡Aburridos! – gruño mientras volvía su atención completa a la comida.
– Ya deja de estarte quejando, come pastel. – su madre la regañó con la mirada porque siempre tenía que hablar de cosas que no debía.
Victoria los ignoró por completo porque tenía muchas cosas deliciosas que comer, pastel de chocolate que iba escurriéndose por los bordes del pan empapado de almíbar, la crema batida estaba deliciosa al igual que las fresas en jarabe que lo decoraban sobre el pan y las fresas extra picadas al lado del pastel, toda la mezcla estuvo sabrosa, el dulce de chocolate opaco completamente el disgusto que le hizo pasar Dylan después de revelar su relación con Erika que no solo era su prima sino que también estaba viviendo con sus padres desde hace mucho tiempo, solo esperaba que Patrick aceptara sacarla de casa por petición de su madre o de lo contrario iba a interceder también y estaba segura que a ella no se le iba a negar absolutamente nada. La cena llegó a su final con aquel delicioso postre y los adultos entraron a casa para hablar entre ellos, echar el chisme entre ellos, Christian y Sasha buscaron la privacidad de la cocina de verano que estaba al otro lado de la terraza donde habían tomado la cena, Elliot saco su laptop para terminar el trabajo que le quedó pendiente así que Victoria fue a su cuarto para ponerse uno de sus viejos trajes de baño porque quería entrar a la piscina.
Era una noche calurosa, los abanicos de techo estaban funcionando a todo lo que daban en la parte de afuera para poder refrescar a los únicos hermanos que se quedaron en la mesa ocupados en diferentes cosas, salió de casa usando su vestido de baño de color blanco con flores tejidas e iba descalza, que sus pies tocaran el pasto fue una sensación placentera porque finalmente estaba en su hogar y no iba a volver a irse o quizás no dentro de poco tiempo; se quitó el vestido de baño para dejarlo sobre una de las sillas para tomar el sol que estaba cerca de la piscina, camino hacia el lado de las gradas y entro al agua sin tanto rodeo porque realmente lo anhelaba, de mala suerte vio a Dylan salir de casa y caminar en su dirección, sin embargo, no hubo miedo pues sus hermanos estaban afuera y si ocurría alguna egresión en su contra iban a poder reaccionar rápido.
– ¿Qué es esa mierda que tienes puesta? – pregunto Dylan al estar cerca de ella.
– Se llama traje de baño y es lo que se usa cuando se va a entrar a la piscina o se va a nadar a la playa. – bajo otra grada.
– Muy chistosa, vas y te quitas esa mierda o acaso estas buscando que te follen tus hermanitos. – volvió a lo mismo de siempre.
– No me voy a quitar nada y si no te gusta voltea hacia otro lado o ve a ver cómo te ocupas de tu nueva novia, no me estés molestando. – continuó bajando las gradas hasta entrar al agua.
– Te estas poniendo así solo porque sabes que están todos esos mediocres para defenderte. – Dylan se puso en cuclillas en la orilla de la piscina.
– Ya terminamos la relación hace mucho, déjame en paz. – Victoria continuó nadando.
– ¿Eres bruta o te haces? Tu no vas a poder dejarme cuando se te dé la gana, fuiste mi mujer y lo vas a seguir siendo hasta que a mí se me dé la gana, me importa una mierda lo que quieras porque quien manda sobre tu puta vida soy yo y si no sales de esa piscina a cambiarte, vas a pagar las consecuencias. – la volvió a amenazar.
– ¿Te gusta tu trabajo Dylan? – preguntó Victoria mientras se quedaba flotando en medio de la piscina – Porque si te gusta creo que querrás conservarlo y no arruinar tu reputación frente a todos los posibles contratantes, porque le mandaré a todos las fotos de tus golpes, arañones, mordidas y pellizcos, tengo grabaciones de tus amenazas, vídeos de tus acosos e insultos... – lo vio cambiar de postura completamente – Esta vez estoy de nuevo en Miami, jédeme y voy a destruir tu carrera sin importarme que tomes represalias, déjame en paz y ve a ocuparte de tu novia. – se tiró hacia atrás flotando en el agua.
– Esto no se va a quedar así y aunque te sientas muy valiente ahora, vamos a ver cuánto te dura esa valentía. – se mordió el labio inferior mientras apretaba sus manos, era señal clara de que quería pegarle.
– Ve a ver qué quiere tu novia, yo ya no tengo una relación contigo ¿Por qué te cuesta tanto entender que no volveré contigo? – se quedó viendo el cielo nocturno.
– Porque todavía te sigo amando y me lastima mucho que me rechaces, no sé qué más hacer para que creas que he cambiado. – sus palabras la hicieron bajar las piernas.
– Acabas de acorralarme en el pasillo cerca de mi cuarto, me pegaste y acabas de estarme amenazando ¿Dónde está el cambio? – junto sus cejas, muy molesta.
– Pero todo eso tú te lo has buscado, si no me provocaras tanto las cosas serían diferentes, eres demasiado provocadora y desatas en mi mucho enojo. – se quiso hacer la víctima.
– Si soy tan provocadora y saco lo malo que hay en ti ¿Por qué no haces tu vida con Erika? Ella no te va a sacar lo malo, yo sí, yo soy la culpable de tu falta de control, déjame. – se sumergió porque necesitaba mojar sus rizos por completo.
– ¡Porque a mí nadie me rechaza perra maldita! – gruño entre dientes mientras saltaba furioso queriendo agarrarla.
– Hemos terminado Dylan, tienes novia y yo no soy juguete de nadie. – Victoria lo con mucha firmeza en su voz.
– Vas a volver a mí, eso tenlo por seguro porque desde ya te digo que, si no vas a estar conmigo, no vas a estar con nadie. – se puso en pie al ver de reojo que Erika se iba acercando.
– Victoria ¿Qué haces? – pregunto Erika.
– Estoy tomando el sol mientras cocino arroz. – nado hacia el otro lado de la piscina mientras escuchaba la carcajada de su hermano Elliot.
– Yo no sé porque eres tan grosera y pedante, ojalá te hubieras quedado en Nueva York porque solo vienes a humillar a las personas. – se hizo la ofendida.
– ¡Erika! – Patrick la escucho – Acabo de hablar con tu padre, tienes quince días para buscarte un apartamento. – dijo mientras metía las manos en los bolsillos de su pantalón.
– ¿Que? ¿Por qué? – a la mujer casi se le cae la mandíbula al suelo.
– Porque ya no puedes seguir en mi casa, tu padre está de acuerdo conmigo y es que ya es hora de que te independices porque se supone que solo ibas a estar con nosotros dos meses, ya llevas cuatro. – era un hombre muy firme al hablar.
– ¿Como voy a pagar un lugar? Sabes que no trabajo tío. – volteo hacia Dylan.
– Puedes rentarlo con el dinero que has estado guardando y que Emerson te mandaba, cuatro mil al mes para gastos de comida y transporte, no has gastado en comida y menos en transporte porque has estado usando a mis choferes para todo, la comida te la hemos dado nosotros al igual que el vestuario, útiles y demás cosas, debes tener algo guardado. – el hombre bajó la cabeza viendo como su hija nadaba al estilo rana, ella andaba jugando en su momento.
– Si, yo sé que tengo eso guardado. – bajo la cabeza nerviosa pues se vio descubierta en una gran mentira.
– Vaya, dos semanas para que busques un apartamento y mi esposa te va a ayudar a buscar uno, Emerson dijo que, si no encontrabas uno que te ibas a regresar con ellos, pero no te vas a seguir quedando en casa. – caminó hacia las gradas de la piscina.
– Gracias papá. – Victoria sonrió tomando la toalla que el hombre le dio.
– De nada, deberías ir a descansar, tendrás todo el día de mañana para nadar en la piscina. – le tocó la cabeza.
– Papá, iré a dejar a Sasha a su apartamento. – Christian se acercó.
– Ya es muy tarde, Dylan deberías volver a casa con tus padres y tu madre ya está arreglando uno de los cuartos para que Sasha se quede. – sonrió en complicidad a su hija porque ella sabía porque lo estaba haciendo.
– ¿Puede quedarse a dormir conmigo? – preguntó Erika tomándolo del brazo.
– No, mi casa se respeta, cuando tengas tu apartamento puedes hacer lo que quieras, bajo mi techo no. – Patrick ya estaba cansado de que su sobrina hiciera lo que quisiera y no iba a permitir que ahora estuviera molestando a su hija.
– Pasa buenas noches papá, me voy a mi cuarto. – Victoria le dio un beso en la mejilla a su padre.
– Buenas noches pulga. – Christian también recibió un beso.
– ¡De verdad que me emociona mucho que ya estés en casa! – Sasha la abrazo fuerte.
– Tenemos que ir un fin de semana de compras... – Victoria se rio al recibir los mimitos de la mujer porque ella era sí, dulce puro – ¡Elliot! – le gritó antes de lanzarle un beso.
– ¡Descansa! – su hermano también le lanzo un beso.
Victoria volvió a dentro de la casa sonriendo porque le gustaba mucho recibir el cariño de su familia, no entendía porque Dylan veía aquellas muestras de afecto de una forma retorcida, no era su culpa que los padres del hombre fueran dos témpanos de hielo que no les gustara demostrarle afecto a sus hijos, por suerte los suyos si eran amorosos y que él transgiberzara las cosas a algo morboso fue algo que siempre le dio asco, pero Victoria estaba consciente de que hubo un tiempo en que se creyó esa basura de que sus hermanos estaban buscando cosas inapropiadas con ella e incluso su padre, así de fuerte llegó a ser la manipulación, por suerte tuvo la oportunidad de recapacitar sobre lo que le pasaba y se dio cuenta de que era una reverenda estupidez, la relación de familia solo se vio un poco cortada, pero nada se echó a perder pues seguían siendo igual de afectuosos que hace años.
Estando en su cuarto se metió al cuarto de baño y se dio una ducha con agua caliente para despejar la mente un rato más, al salir se secó el cabello con la secadora y después fue a ponerse el pijama, sentada en el escritorio decidió encender su laptop para responder algunos correos de sus dos amigas que se quedaron en Nueva York haciendo sus vidas pues ellas nacieron en esa ciudad, le hizo gracia ver las fotos que se tomaron paseando por última vez, fue un paseo turístico por toda la ciudad a modo de recuerdo y de la gran amistad que forjaron entre las tres a pesar de que solo se habían conocido durante un año. Las luces exteriores apagándose le hicieron saber que toda la familia ya estaba por acostarse a descansar después de un día lleno de emociones, para ella un poco desilusionante, pero todo iba a estar bien siempre y cuando se mantuviera centrada en lo que quería conseguir de ese momento en adelante, una vida nueva la esperaba, no sabía dónde, pero muy dentro de ella sentía esa ilusión.