Capitulo Cuatro

1231 Words
― Me alegra que todos podamos reunirnos una vez a la semana para estar en familia ― Florencia observa a sus amigos.  ― Especialmente si es para comer ― agrega Miguel tomando una porción de tarta de jamón y queso.  ― Bueno, creo que no puedes quejarte ― ríe Jamie.  ― Vamos Daia, come, aquí viene el trencito ― sonríe Darel pero la niña apenas y se inmuta por lo que da vuelta el rostro enfocando su atención en cierto mexicano gruñón de la esquina.  ― Vamos Carlos, disfruta un poco, relájate y me cuentas todo luego ― Liesse le sonríe pasando por su vista un plato con comida ― Traje chimichangas. ― canturrea.  ― Puta madre de los tamales ― susurra viendo el enorme plato ― Creo que te acabas de convertir en mi Santa favorita, ¿Dónde carajos lo conseguiste?  ― Digamos que encontré la receta en internet y las preparé, varios fueron un desastre. ― ríe.  ― Es cierto, creí que moriría envenenado ― suelta Misael aguantando la risa.  ― ¡Oh, calla! ― le lanza una servilleta.  ― Rebekka come algo o desaparecerás de la faz de la tierra ― Clara reprende a su amiga.  ― ¿Qué? Estoy excelentemente ― rueda los ojos ― Además estoy esperando que todos tengan su plato, es descortés comer antes que todos ― Suelta mientras observa a Carlos y el joven se queda con su bocado a medio camino.  ― ¿Tu mamá no te enseñó que los mexicanos comemos, antes, durante y después que los demás? ― Caín se ahoga con su bebida por la risa que le provoca el comentario.  ― Amor, esta niña no quiere comer, probablemente no tenga apetito ― Darel deja a cucharita en la mesa.  ― Déjame a mí, míster padrino, hacerlo ― el mexicano se pone de pie tomando el utensilio y cargándolo con la papilla, prueba un poco del alimento cerciorándose de que al menos tenga sabor a algo –según Carlos las papillas son la peor basura que pueden darle a un bebé suponiendo que lo que quieren es estimular sus ansias por comer-. ― Muy bien pequeña Daia, ¡Abre la boca, aquí viene el chu- chu! ― De su boca sale un particular sonido imitando el andar del transporte.  La pequeña ríe y mueve sus manitos contenta al cabo que su boquita se abre para comer, Darel por poco y pierde su quijada de la sorpresa mientras todos ríen por ello.  ― ¿Lo ves? Reconoce el estilo y calidad de las cosas ― sonríe satisfecho.  ― Escuchen ― Liesse interrumpe el momento poniéndose de pie ― Hay algo que quisiera compartir con ustedes ― Todos prestan atención ― Últimamente he tenido sueños extraños, parecen muy vívidos pero no alcanzan a terminar de ser algo concreto. Sin embargo, he podido sentir varias cosas a través de ellos y creo saber el porqué, algo está ocurriendo, algo está pasando con los metahumanos del mundo.  ― ¿A qué te refieres? ― Jamie deja su bebida preocupada.  ― Han habido varias desapariciones, muertes y todas son de metahumanos ― responde Caín.  ― Lo sabemos porque he podido ver las fotografías de las victimas gracias a los periódicos virtuales, casi todos han sido personas que deseaban vivir en Ciudad Emma ― Liesse deja el recopilado de información que Caín ha hecho sobre la mesa, más precisamente frente a Misael.  ― Podría ser coincidencia ― Luke toma el documento.  ― No, todos son metahumanos y los hechos ocurren en Latinoamérica. ― Señala la rubia ― Solos dos de los casos se dan en el resto del mundo, de cuarenta y dos ― termina viéndolos.  ― ¿Los están cazando? ¿Por qué? ― el mexicano deja a su ahijada con su madre.  ― No puedo saberlo, pero si los están matando no es algo que termine solo allí. Tenemos experiencia en esto y sabemos que luego de las muertes de los nuestros vienen los estudios, experimentos… ― susurra.  ― Nunca vamos a poder estar en paz. ― Susan suspira ― Antes al menos teníamos a Ciudad Emma para defendernos.  ― Podríamos volver a fundarla, si quisiéramos. ― Ismat suelta desde el fondo y todos lo ven interesados en esa propuesta.  ― Es algo totalmente descabellado, llevaría años encontrar el lugar apropiado nuevamente, tendríamos que aislarnos del mundo, convertirnos en una especie de reino o nuevo país y eso le dejaría en claro al resto de las personas que estamos listos para una guerra si quisieran, ¡Otra! ¡De nuevo! ― Misael se pone de pie.  ― Les dejaríamos en claro que somos independientes, libres… ― le responde Liesse.  ― Tampoco estamos seguros de que sea a ciencia cierta lo que dices Liesse. ― Su vista viaja nuevamente a los documentos sobre la mesa.  ― Tienes que entender, puedo darte pruebas ― la rubia lo interrumpe.  ― ¿Y si no es así? ¿Qué tal si tu mente te juega una mala pasada? ¿Si esta sobre estimulada? ― la observa.  ― No estoy loca ― masculla.  ― No dije eso ― suspira.  ― Parece que sí, nunca puedes creer algo que no ves pero yo veo más de lo que te imaginas con mi mente ― sale del salón dando un portazo.  ― Mierda, vamos a quedarnos sin puertas a este paso  ― el mexicano se deja caer en su asiento mientras encuentra la mirada de cierta argentina pero inmediatamente ambos la apartan ― Iré con ella, yo sí le creo y estoy listo para patearle la madre a todo el universo de ser necesario.     Chiclayo, Perú.   Chiclayo es la ciudad capital de la región de Lambayeque, en el noroeste de Perú. Es una vía de acceso a sitios arqueológicos como Huaca Rajada al este, el lugar de descubrimiento de la tumba de Señor de Sipán, un gobernante de la antigua cultura Moche. El museo de las Tumbas Reales de Sipán en la ciudad cercana de Lambayeque exhibe artefactos de la tumba. Chiclayo también es conocida por sus parques, pero últimamente lo que más llama la atención es su ciudad modernizada; una de las primeras del mundo en utilizar la energía gravitatoria para mover sus vehículos –utilizando dicha fuerza en forma inversa a la natural–.   ― ¡Aléjense de mí, malditos engendros! ― masculla un muchacho mientras corre por la calle principal.   ― Es ridículo lo que dices teniendo en cuenta lo que tú eres, metahumano ― valkiria le corta el paso mientras suspira preparándose.   ― A veces creo que lo hacen a propósito ― añade Bruce desde atrás.   ― Deberías rendirte, es tu mejor elección ― advierten.   ― Jamás ― responde.   Bruce mueve sus brazos hacia los lados causando una fuerte ventisca intentando hacer retroceder al muchacho para poder acorralarlo contra un edificio pero no está resultando como lo planeó pues el chico apenas se inmuta, su compañera frunce el ceño y salta contra el peruano el cual la evade con facilidad encontrando el camino libre; extendiendo sus brazos estos parecen mutar, transformarse abandonando la típica forma de extremidad para convertirse en dos enormes alas plumosas y oscuras, en un rápido salto emprende el vuelo y su huida comienza, sin embargo, sus perseguidores no está solos pues dos naves militares de caza comienzan a seguirlo. Para el joven es totalmente extraño no poder escuchar sonido alguno proveniente de dichas naves pero no tiene tiempo de ponerse a investigar, debe salir de sus radares cuanto antes y la única opción que tiene es dirigirse en dirección al Océano Atlántico, su única escapatoria es poder llegar –resistiendo el viaje- a Filipinas, debe pedir ayuda, debe alertarlos, debe buscar a los metahumanos que los han salvado a todos en tantas ocasiones.    
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