Como siempre, la entrada al Rex fue sencilla, más por hecho de que al parecer ambos éramos clientes Vip. Me sentía un poco nerviosa, siempre que venía a este lugar, venía sola o con una amiga, ya aquí era cuando conseguía compañía masculina; pero hoy era la excepción, hoy todo aparentaba ser que tenía una cita… mi primera cita. Ambos caminamos hacia la barra, yo me encontraba jugueteando con las manos bajo mi abdomen, no había vuelto abrir mi boca, ni siquiera sabía cómo actuar. Comenzaba a odiarme, esa chica que se encontraba tímida ante un chico, no era yo, parecía como si un maldito alienígena había implantado huevos de una persona cursi dentro de mi cerebro, la cual comenzaba por controlarme. —¿Qué tomas? —preguntó él, en cuanto estuvimos sentados frente a la barra. Me encogí de ho