El almuerzo.

1043 Words
Abby regresa al auto,ir tras va en marcha, no puede evitar que una tímida lágrima se deslice por su mejilla. Pasaban tanta cosas por su cabeza, pero su decepción no podía retractarla, debí ser la esposa de Zack por un plazo de dos años. El chofer se dirigió hasta la empresa de Zack, no pudo refutar porque ni siquiera sabía el camino correcto de llegar a la mansión. —¿Qué hacemos aquí?— Le pregunta Abby confundida. —El señor Zack me pidió que la trajera aquí, no se preocupe por su maleta, la dejaré en la mansión— Le responde el chofer con amabilidad. Abby sale de auto un poco inconforme, ya sabe el camino de la oficina de Zack, por lo que toma el ascensor y se dirige hasta allá. Abby toca la puerta, a pesar de su inconformidad, no olvida sus principios de educación. —¡Pase adelante!— Se escucha la voz de Zack decir. Abby entra con timidez a la oficina, ni siquiera entiende porque está allí. —¡Buenos días!— Se limita Abby al ver que Zack no está solo. —George te presento a Abby, ella es mi esposa— Decua Zack mientras se levantaba de la silla detrás de su escritorio. —Es un gusto Abby, como escuchaste, mi nombre es George, soy amigo de Zack— Responde George con amabilidad mientras extiende su mano. Abby se limita a no responder, solo le sonríe levemente y aprieta su mano. George se retira de la oficina sin aportar nada más, tan rápido la puerta se cierra, Zack se acerca a Abby. —¿Recogiste todas tus cosas?— Le pregunta mientras sostiene su barbilla. —¡Si! Ya lo tengo todo, así que, no te preocupes por eso— Le responde Abby con un grado evidente de indiferencia. Zack sonríe por ver cómo su indiferencia es notablemente visible, peor el también demuestra que le importa poco su actitud. —¿Qué quieres de mi?— Pregunta Abby sin rodeos. —Quería que conocieras a mi mejor amigo, ahora puedes tomar asiento en el sofá mientras trabajo, iremos a almorzar en unas dos horas- —¿Te go alguna otra opción?— Pregunta mientras se sienta en el sofá. —¡No!— Se abstiene en responder. Abby toma algunas revistas qué hay en la mesa junto al sofá, mientras las mira, Zack trabaja, puede ver cómo recibe una llamada tras otra y como tiene la habilidad de resolver los problemas. Abby intentaba ignóralo con todas sus fuerzas, pero no podía dejar de hacerlo, incluso lo observaba de arriba a hacia abajo cuando se levantaba de su asiento. Abby estuvo sentada por las dos horas que le había indicado Zack, era notorio que en sus tiempos eran correctos. —Abby podemos irnos a almorzar— Dijo al colgar la última llamada. Abby se levanta de su asiento, toma su bolso y ambos salen juntos de la oficina. El chofer esperaba a Zack a la salida de la empresa, así que, una vez dentro del auto, los llevó hasta un lujoso restaurante al aire libre. —Señor su mesa está lista, por favor síganme— Le dijo la recepcionista al verlo llegar. Abby y Zack toman asiento en la mesa apartada para ellos. —Podíamos ir a otro lugar menos lujoso— Dijo Abby un poco incómoda consigo misma. —Deberías empezar a acostumbrarte, estos serán los lugares que rondaremos— Responde. Abby se ríe levemente, se siente tan nerviosa que prefiere ocultarlo detrás de una sonrisa. —Abby te pasaré un cheque todos los meses con una cantidad considerable— —Es lo más sensato que has dicho en estas primeras 24 horas de casados— Le responde con sarcasmo. —Ya lo imagino, una mujer como tú, solo busca el dinero— Zack le responde mirándola fijamente a los ojos. Ante aquellas palabras Abby se sintió en desventajas, realmente sabía que en cierto punto, sus palabras tenían la razón. Abby se aferró al silencio de sus labios, no iba a defenderse en lo absoluto, así que, prefirió comer en silencio. Después de una hora y media, Abby y Zack estaban una vez más en el auto, el chofer conducía hasta la empresa. —Abby puedes tener la libertad de hacer lo que quieras, no estás en una prisión, aunque lo único que te voy a pedir es que no me engañes con nadie— Sorpresivamente dijo Zack mientras el auto se detenía frente a la empresa. —¿Engañarlo? Pero no considero que lo haría, este es un falso matrimonio— No duda Abby en responder. —Ja, Abby no me entendiste, tú eres mi esposa, tienes que llevar el papel como tal— Le respondía con una sonrisa mientras ponía un mechón de su cabello detrás de su oreja. —Pienso que estás loco, el único lugar donde podría ir, sería a ver a mi hermana y madre— Confiesa. —Eso es otra cosa Abby, no quiero que me hables de tu familia, con tenerte me basta— Dijo con seriedad. Zack se baja del auto y se marcha sin decir nada mas, repentinamente su cambio de humor cambió cuando mencionó a la familia. —¿Podrías llevarme a mi antigua casa por favor?— Pregunta al chofer. —Con gusto. Finalmente Abby estaba de vuelta en su antigua casa. Al entrar va directamente a la habitación. —Charlie no pensé encontrarte aquí— Dijo Abby un poco avergonzada aún. —Pensé que no te vería también— Le responde con seriedad. —¿Cómo las ves?— Pregunta en calidad de doctor. —Siguen iguales, no he podido ver cambios— —Charlie aún sigues enojado conmigo y eso me pone triste— Le dice sin rodeos. —¿Qué esperas? La mujer que amo se acaba de casar con otro hombre y no en una situación normal, si no que fue comprada— Decía muy insatisfecho por la decisión de Abby. —Lamento que esto te lastime Charlie, pero yo no tenía otra opción— Sus ojos se empañan de lágrimas. Charlie toma sus utensilios médicos, los guarda en su maletín y sale de la habitación sin decir nada más.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD