?Rachel. Estoy cansada de actuar como dos extraños, esta mañana intente hablarle, pero las palabras no me salieron, simplemente no las pude emitir. Me fui a la universidad con Deysi a mi lado, llevaba el café para Simón. “Hola…” Lo saludé y le entregué el café. “¿Ahora no dirás bromas?” Me preguntó mientras escuche que bebía del café, Simón y yo nos llevamos bien, a pesar de que es un engreído como Dami… no quiero ni pensarlo, me duele. “Simón, ¿Puedo pedirte un consejo como hermana menor?” Simón sabe que soy su hermana, un día se lo dije y sugerí que me matara, pero él se negó diciendo que eso solo sería una salida fácil de mi dolor, y tenía razón, porque deseo morir a seguir sin amor. “¿Quieres un terapeuta? ¿Ve a ver a Damián, te equivocaste de hermano?.” Sonreí y me senté a