Dure como media hora bañándome y pageandome en el baño, esa maldita hechicera me la va a pagar. Salí y ella seguía en la recámara. “¿En verdad piensas que no soy buena?”, preguntó con la cabeza agachada. “¿Qué te importa lo que los demás crean? Si te gusta hazlo y deja de estarme jodiendo” dije buscando en el armario que ponerme, esto de andar solo en bata no está bien. “Quiero hacer las paces con Rachel” dijo “no me gusta caerle mal a nadie, y no me siento tranquila” “Rachel dijo que te vería, tengo su número en mi celular, llámale y has una cita con ella” ella corrió a buscar mi celular, a veces olvido que tiene 30 y se comporta como una creída, desbloqueó mi teléfono, la contraseña no es difícil de saber, ya que es 1111 la edad que ambos teníamos cuando la conocí, ella la puso,