La música seguía reproduciéndose mientras ambos estábamos allí. Aquella voz cantaba, como si quisiera decirme algo "Tal vez eres, el único, mi único. El único eres tu. Si esto es amor, si lo es... ¿Qué debería hacer?" No me gustaba sentirme así, como si no pudiese controlar lo que iba a suceder o lo que podría sentir. Pero este sujeto, este que ahora me veía como si me traspasara con la mirada, tan penetrante, me hacía estremecer por dentro, porque me conocía, sabía cómo me gusta ser y lo que pienso, eso me asusta y me hace actuar de manera improvisada, para escapar de la situación. Después de eso, Chad se fué por su cuenta, dejándome fija en el lugar donde me había dejado casi sin estabilidad. Cuando escuché la puerta sonar, me dejé caer al sofá, expandiendo mis pulmones para tomar air