Capítulo 4

1282 Words
Observa las piernas de la morena y sonríe picaramente. Ella voltea y el esquiva su mirada, es la primera vez en años que una mujer esta en su cocina con tanta propiedad y no es la señora de oficios varios, le encanta esa sensación, ella le pasa un plato. -Ame probar la marihuana aunque amanecí con mucha hambre y sed, igual no es algo que yo haría mas, primera y única vez. -Me pasa lo mismo, fue una buena experiencia pero no la repetiría. - Prueba el desayuno. -Esta muy bueno. Gracias. -De nada, creo que es hora de cambiarme e irme para mi casa. Gracias por hacer esa locura conmigo. -De nada, eres maravillosa. -Disculpa, me están llamando. Voy a contestar puede ser mi hija preocupada. -"Si (...)no hija (...) por Dios lucia sino soy tu hija soy tu madre (...) lucia vamos a ver tú tienes 17 años no deberías de tratarme así, soy tu madre (...) pero nada yo soy lo suficientemente mayor como para saber qué hago y que no (...) en la casa de una amiga (...) yo también (...) salúdame al gordo besos." -Mi hija, -explica - se cree mi madre vale la entiendo pero a veces logra exasperarme. -Entiendo si viven solas es lo más lógico, ¿no tiene más hijos?. -No, Fabian era o es estéril y le fue imposible engendrar un hijo por eso adora a Lucia. -explica mientras come. -¿Y usted? ¿No le hubiera gustado tener más hijos? - la mira y pone su plato de lado. -Pues si, si quisiera podría tener más hijos pero eso es imposible -levanta los platos. -¿Porque imposible? -le entrega los cubiertos. -Quien se va a fijar en alguien como yo, como para tener hijos...-niega con la cabeza. -¿Y ud.? -Vivía para mi hijo, por él y para él desde la muerte de mi esposa. No me interesa casarme o tener hijos. -Válido, ¿pero no se siente solo?. Digo hay veces que uno necesita una compañía así sea solo para pelear... -Pues si, creo que me he enfrascado en mi dolor y me he olvidado de lo importante. -Patricio usted todavía es joven o eso aparenta salga haga vida social por lo menos. Bueno ahora si me voy a cambiar para irme. - Se levanta de la mesa, lava los trastes y sale al baño para cambiarse. -Gracias de nuevo... Toma su bolso su abrigo y sale, Patricio la observa hipnotizado. Se ríe de sus dichos, debe ir a su bufete para ver unas cosas. La morena llega a casa y se baña un largo rato, recibe una llamada de Camila y deciden ir a relajarse. Ya en el club, juegan un rato tenis. -Vi como te fuiste con Patricio, ¿Qué tal todo?. -Bien, es muy caballero me siguió la corriente con una tontería creo que me cae bien, es alguien que está muy solo... -Si, ¿Cuándo vuelves con Jimena?. -No se, está semana toca hablar de Javier y Fabian, siento que es un tema aún muy espinoso pero que se le puede hacer. -¿Todavía te duele verdad?. -No te miento, me duele mucho ese bebé hubiera ayudado mucho en mi matrimonio con Fabian pero soy consciente que tampoco venía a salvar mi relación. -Tienes razón...¿Te gustaría tener un hijo?. -Me encantaría a veces siento que me hace falta lucia ya está grande pero necesito dar amor un bebé mío...por eso tomé una decisión. -¿Cual? ¿Qué locura vas a hacer? - Camila observa detenidamente a su amiga. -Pues mira ya lo decidí pero no te lo voy a decir, tengo cosas que hacer cuídate. Sale corriendo del lugar y va nerviosa pero a paso firme, se encuentra a Jerónimo saliendo de la oficina de Patricio, resopla. Tras él sale Bernardo y el susodicho caminan a paso firme y hablando de sus cosas, se arrepiente. -Hola bonita - Jerónimo se le acerca y toma un mechón de su cabello para ponerlo tras su oreja, ella sonríe débilmente. -¿Como estás? - se tensa al notar a Patricio quien la observa. Jerónimo no repara en darle un beso en la mejilla. -Ahora mejor porque te veo. Te parece si vamos a comer y me cuentas de ti... -Me parece bien, maneja -le tira las llaves. Patricio observa la escena y se tensa, su amigo lo nota y enseguida le pregunta. -¿Pensaste que venía por ti? -es inquisitivo. -Por alguna estúpida razón lo pensé, vamos. -¿Te gusta verdad? - le sonríe y siguen caminando. No responde. En el restaurante Luciana está nerviosa y tensa. -Jerónimo escúchame y no digas nada -aparece el mesero. -Yo quiero un shot de mezcal. -Y yo de tequila...Te escucho bonita. -Quiero un hijo -escupe con determinación. -¿Mío? -se pone contento. -No exactamente, quiero tu esperma. Sería muy útil, no tendría que buscar donante, y yo me haría cargo de todo. No tendrías que ser el padre si quieres hacemos algún tipo de contrato donde te exonero de esa responsabilidad. -Aparece Patricio en el restaurante. -Luciana yo no quiero un hijo así - Patricio escucha la frase y finge no importarle - yo quiero vivir la experiencia completa, tú sabes lo que siento por ti... -Y eso no va a suceder, no te amo lo siento yo solo quiero un hijo. Sabes que olvídalo -Toma su mezcal y sale del sitio topándose con el hombre de ojos verdes. -¿Estas bien Lu? - levanta su mirada y lo abraza. -Bernardo después hablamos - él hombre asiente y sale con Luciana quien llora. -Lo siento Pato no debiste venir conmigo, - se aparta de él y limpia sus lágrimas sin percatarse de los diminutivos utilizados - No era mi intención. -No te preocupes, ¿Qué te hizo ese niñito? - inquiere con severidad. -Le dije que quiero ser mamá. -Y te rechazo ¿no quiere a tu hijo?. -Le pedí su esperma y me lo negó; puedes creerlo, ¿es tan grave querer ser mamá? - Patricio la abraza y ella suspira el acaricia su melena negra. -Yo pensé que estabas embarazada de él y que él rechazó su paternidad. -¿Que?. No, Pato yo quiero tener un hijo pero como no tengo pareja y de aquí a qué suceda ya estaré más vieja - él sonríe - pues ya no podré tener hijos, yo no se que hacer. Creo que iré a una clínica de condición humana. -¿Vas a comprar esperma? - se escandaliza. -Lu cariño así no se hacen las cosas, entiendo tu necesidad de afecto pero no puedes hacer algo así, lo natural... -Te escuchas - lo corta en mal rollo - Pato¿ quien se va a enamorar de una mujer de 37 con una hija casi mayor de edad y dos ex maridos encantadores?. No me contestes me equivoque contigo creí que me apoyarías. -No puedo apoyar tu locura, eres muy bella y joven como para tenerte esa estima. -Suéltame -intenta salirse de su agarre. -No, Lu hagamos un trato dame 2 años y si de aquí allá aún no tienes pareja y no quedas embarazada yo mismo te doy mi esperma para que lo logres. -No Pato no, así no es yo quiero ya. Y jamás te pediría algo que no va contigo. -Vamos entonces, - le quita las llaves del auto y toma su celular mientras le habla a Bernardo - lo siento no me devuelvo contigo voy a llevar a Lu a un sitio al que quiere ir - cuelga - Súbete - le abre la puerta del carro. Continuara...
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