Capítulo 1
México D.F. 2009.
Es un día como cualquier otro en la ciudad, todo se maneja con el ritmo que conlleva vivir en una ciudad tan grande como lo es la capital, algunas cosas están destinadas a suceder y la historia de vida de Luciana Fuentes empieza de una manera muy particular pero antes de contarla es necesario conocer algunos detalles como por ejemplo el que nuestra protagonista es una mujer del común como ustedes que están empezando a leer esta historia o yo, qué la escribo. Empecemos:
Luciana va como siempre de camino a su "oficina" con su amiga Camila Martinez son dos locas divorciadas que aman ir al casino jugar tenis e ir de compras, lo clásico entre dos mujeres de casi cuarenta con gustos particulares y exmaridos que las apoyan económicamente.
Luciana lleva años divorciada y sus relaciones han sido fugaces pues no quiere que su hija Lucia se dé cuenta de algunas cosas entre ellas la vida alocada que siempre le ha gustado llevar fruto de una falencia emocional que no ha logrado suplir.
-Ahí nos vemos Lucia - dice la morena, a sus casi cuarenta tiene una figura bonita todo lo opuesto a su hija pero en su afán de protegerla de lo que a ella le ha pasado a lo largo de su vida es un poco dura con ella.
-¿Para donde vas? - inquiere la joven quien no termina de entender a su madre y menos tras su divorcio tiempo atrás.
-Hija voy para la oficina, tu papá no me ha dado la pensión de este mes pídesela no lo olvides - eleva el tono de voz queriendo reprimir los sentimientos encontrados que aún le produce el mencionar a su exmarido.
-Mamá quiero conocer tu oficina - pide la joven con cierta curiosidad pues siempre le escucha hablar de ello pero no sabe ni siquiera en donde queda.
-No puedes - interviene Camila apurada - es algo muy austero que ni te va a gustar. Vámonos Lu o vamos a llegar tarde y ya sabes que lo mejor es a esta hora.
-Si, eso mismo - le manda besos a su hija y ella asiente en respuesta.
-Vamos primero a tomarnos algo, ¿cervezas? - inquiere divertida al ver el gesto animoso de su amiga.
-Eso, unas cervezas bien frías - se ríen.
Van caminando y mientras entran al club en donde se topan con unas viejas amigas que no dejan de hablar de Patricio el afamado abogado que busca justicia para el caso de la muerde de su hijo. No pueden evitarlo y empiezan a chismear con las demás, parece que es un tipo solitario y más amargado que nunca tras la muerte de su hijo, y tras enviudar años atrás se rumorean muchas cosas entre ellas que es reacio a la compañía femenina, es un tipo impecable e implacable como abogado, Luciana no lo conoce pero empieza a sentir curiosidad por él pero no lo manifiesta verbalmente.
-¿Tú como le haces para llevarte bien con tus ex maridos Lu? - ella parece pensarlo pues sus dos exmaridos son muy parecidos en la manera de actuar con ella.
-Son buena gente, Javier es muy particular pues ya saben que nos conocimos muy jóvenes y pues Fabian - toma de su mojito - es coherente con lo que hace en su vida.
-¿Por qué no vamos a jugar antes que dejemos de coordinar? -agrega Camila pues las mujeres empiezan a sentir el efecto del trago.
Mientras están jugando las mujeres se divierten y no paran de hablar sobre trivialidades, y una de ellas comenta que su amante murió pero la esposa del mismo no quiere que ella vaya a dar el último adiós al caballero, a Luciana le parece curioso lo piensa y cree que es injusto pues uno no manda en el corazón y menos en sus sentimientos.
-Tatiana tengo una idea, prepárense esta noche las espero en mi casa y lleven tequila - pide con una sonrisa que pone nerviosas a sus amigas - vayan muy abrigadas - sugiere.
-¿Qué estás pensando? -dice la pelirroja pues conoce a su amiga y sabe que las cosas con ella no siempre son del todo coherentes.
-Nada malo Camila solo es solidaridad - se encoge de hombros.
En la noche la morena y su grupo de amigas están en casa y cada una le dijo a sus parejas que estarían jugando una partida de ajedrez en casa de Luciana. La conocen y van preparadas para cualquier cosa menos para lo que están por hacer.
-Lu ¿Qué tramas eh? - apela Lucia pues conoce a su progenitora y por lo mismo no es capaz de llamarla "mamá" pues su relación no es la mejor.
-Nada mi amor solo vamos a ir a cine. Ve a dormir -sonríe con picardía - cierra bien y no te preocupes yo llevo mis llaves
-¿Y ahora que? -dice Tatiana.
-Pues que no seas tonta nos vamos pasa el cementerio para que te despidas de tu amante, anda que se nos hace tarde y el sepulturero nos espera un rato no más...
Todas miran a la morena y se aterran ante la idea de ir a un cementerio en la noche y desenterrar a un difunto pues ni en sus más locos pensamientos paso esa idea. Luego de un rato llegan al cementerio y aún con miedo se adentran al mismo, Tatiana se despide de su amante diciendo unas bonitas palabras pero justamente cuando están terminando de hacerlo llega la policía y las detiene, el ambiente no pinta nada bien y manos cuando las tratan como delincuentes en potencia, a Luciana todo ello le incomoda e intenta hacer acopio de su autocontrol para cantarle sus verdades a los oficiales de policía.
-Están presas por profanación de tumbas vamos - dice el oficial mientras les pone las esposas al grupo de amigas quienes de manera particular empiezan a acatar ordenes.
-¿Y ahora? -dice Camila con picardía viendo la manera en que uno de los oficiales de policía la mira.
-Pues usa tus atributos y sácanos de esto -dice la morena.
-No creo que esta vez funcione. Están muy serios y temo que si lo hago nos van a apresar más tiempo y bastante tengo con pensar en llamar a mi exmarido para que me de su ayuda.