Capítulo 2 No importas

1531 Words
April La mujer frente a mí debía ser la persona que más odiaba en este mundo, no podía creer que tuviera que verle la cara de nuevo en ese momento. No entendía por qué hacen esto, mucho menos porque él la había traído para acá. Cuál era la necesidad. No lo necesitaba, no lo quería, no quería saber nada con eso, no quería que hablara ni siquiera que emitiera ningún mínimo comentario, porque lo único que podía hacer era pensar en aquel día. La casa tiene una superficie de al menos unos doscientos metros cuadrados, y está construida con materiales de alta calidad. No parecía pasar problemas económicos ni muchos menos. La fachada es de ladrillo, con un revestimiento de vinilo que le da un aspecto elegante y duradero. Las ventanas son de doble acristalamiento, con persianas de madera que se pueden ajustar para regular la entrada de luz. El techo es de tejas de asfalto y la chimenea de piedra, que tiene un conducto que se extiende hasta el exterior. El porche tiene una estructura de madera, con un techo que lo protege. El suelo es de baldosas, y tiene una alfombra, la palabra "Bienvenidos" aparece bordada. Estaba parada frente a la casa, mis piernas no se movían, pero podía ver las personas desplazándose por dentro de esta, la televisión de fondo me decía que estaban ahí y el chico caminando mientras que gritaba mamá me dejaba en claro algunas cosas. Necesitaba respuestas. La persona que me había dado la vida, y que me la había quitado estaba del otro lado. La persona que me había abandonado en un orfanato cuando era una bebé, se encontraba con una familia armada. En condiciones acordes para mantener hijos. Mi madre biológica, estaba ahora jugando a la casita feliz como si nada. Como si no hubiera abandonado una hija años atrás, como si no fuera madre. No sabía qué esperar de este encuentro. No sabía qué sentía por esa mujer, porque lo que veía no me gustaba, porque estaba acá parada con el corazón martillando contra mis costillas, con los nervios recorriendo mi cuerpo y la respiración fallando cada vez un poco más. No sabía qué quería decirle o preguntarle. Solo sabía que necesitaba respuestas. Respuestas que me ayudaran a entender mi pasado, y a enfrentar el presente. Aun cuando Samantha y Giovanni no dejarán de ser mis padres, porque nunca lo dejarían de ser. Me moví y toqué el timbre, mi dedo se clavó en el pequeño botón y los pasos se escucharon. La puerta se abrió mostrando a un chico, debía ser de la edad de mis hermanas, no más chico, ella lo había tenido tiempo después, no mucho, quizás un año o dos. — Hola —sus dientes asomaron —¿En qué puedo ayudarte? —carraspee. — Hola, yo necesitaría hablar con Julieta—sus ojos se entrecierran. — Mi madre —susurró y me observó de nuevo —Tú… —sacudió la cabeza. — ¿Se encuentra? —me parecía a él, lo hacía. — Sí, claro. La llamó con un grito y otros pasos se escucharon, di un paso hacia atrás y una mujer apareció frente a mis ojos, la mujer de unos cuarenta años, con cabello rubio y ojos verdes tomó el lugar frente a mis ojos. Sus ojos se desencajaron cuando me observó, nos parecíamos, pero yo tenía el cabello oscuro, la piel era la misma y los rasgos, demonios, estaba frente a mi retrato. Mis ojos pasaron por su cuerpo, era delgada, tenía arrugas prematuras en el rostro. Vestía ropa sencilla, pero de marca. Sentí un nudo en la garganta al verla. Era como mirarse en un espejo roto, porque parecía yo en unos años. — Hola —dijo con voz temblorosa. —Hijo, ve a dentro —el chico nos miró y junto sus cejas antes de afirmar y entrar. — Hola —respondí con voz fría. — ¿Qué haces aquí? Vaya, ella sabía quién era, quizás me reconocía, nuestro parecido era algo que no se podía negar, éramos un calco de la otra, solo teníamos pequeñas diferencias. — No piensas decir, hola hija, tanto tiempo —hable con sarcasmo. — Yo no tengo hijas —miré la puerta cerrada. — Te veo jugando a la casita feliz —mis ojos volvieron a ella. — No sé qué pretendes, pero será mejor que te vayas —negué y trato de entrar. — No des un solo paso —mi voz salió cargada de enojo. — ¿Qué quieres que te diga? —preguntó molesta. — Las razones —se rio falsamente. — ¿Razones? No las hay, simplemente no podía seguir mi vida contigo a cuestas —subí mis cejas —Eras una carga, solo eso. — ¿Una carga? Enojo brotó por todos mis poros mientras que me acercaba ella molesta, su rostro palideció y su respiración se cortó mientras que levantaba las manos deteniéndome. Yo no me controlaba, de eso no había dudas, había dejado de hacerlo después de enterarme que era adoptada, de saber que me habían dejado tirada a mi suerte, después de descubrir que había sido tratada como una bolsa de basura. — ¿Qué quieres que te diga? Es la verdad —gruñó —No sé qué haces aquí, no me interesa que estés aquí —sonreí ladina. — Me vas a decir porque lo hiciste y me iré, solo harás eso —mire de nuevo la puerta —o… entraré y les contare lo grandiosa que eres. No mentira, lo haría, era capaz de entrar y hablar con ellos para contarles cómo había dejado tirada a una niña a su suerte. Así que le convenía decir algo de una vez por todas o lo más probable es que tuviéramos problemas, porque no pensaba quedarme callada, ya no quería quedarme callada, solo necesitaba la razón. — Conocí a tu padre cuando era joven, me enamoré de él y murió —subió sus hombros —me quedé embarazada, estaba devastada, te tuve para tener un recuerdo de él. No me pasó desapercibido su cara de asco. — Pensé que sería suficiente, pero entonces, la vida por fin me sonrío cuando me presentó a un hombre que se enamoró de mí —sonrió —pero tú no eras parte del combo, podía estar contigo y estar sin él o estar con él y dejarte. Apreté mis dientes porque sabía lo que diría. — Y la verdad es que preferí hacer lo segundo, porque lo único que traerías tú a mi vida sería desgracia y soledad, como lo hizo él y su asquerosa familia. Di un paso hacia atrás mientras sentía como me clavaban un puñal en el medio del pecho. — ¿Quieres saber por qué te dejé? —tragué —Lo hice porque preferí tener una vida y ser feliz, prefería vivir con un hombre que me amaba a tener que estar contigo y recordar todo el tiempo el amor que perdí. No me pegó, no levantó ni un solo dedo, pero sentí como su mano se estrellaba contra mi rostro sin problema. — Vamos con toda la verdad, me encargué de embarazarme de ti, pero ya no me servía cuando él llegó, por lo que te voy a pedir que te vayas, porque yo no tengo hijas, nunca las he tenido y no la voy a tener jamás en mi vida, tu presencia simplemente arruina mi vida. Me quedé parada en la puerta mientras ella entraba, no me pude mover, no tenía cómo hacerlo porque acababa de dejarme directamente en la lona. — Hija —parpadee volviendo a la realidad. — Necesito estar sola. Giré sobre mi eje y me di la vuelta para salir directo al patio, sabía que mi familia no iba a venir y esperaba encarecidamente que ellos tampoco, no quería ver a ninguno, no podía ver a nadie en ese momento. La noche dejaba todo a oscuras, pero aun así se podía apreciar los árboles que se encontraban en el lugar junto con las fuentes y flores. Unas lámparas alumbradas del camino de piedra que daban directo a sillones de jardín y una mesa. Caminó unos pasos por este para ver la piscina de agua cristalina. El lugar era tranquilo, relajante. Escuchó el sonido de unos pasos, mi mano fue directo al arma en mi espalda, giré sacándola en el proceso para apuntar directamente a la cabeza de la persona que ahora estaba saliendo entre los arbustos. El guardia de Leonardo levantó las manos y me observó curioso, era el mismo al que le coqueteé cuando llegué a la casa, ese con el que molesta mi padre. — Yo que tú no doy un solo paso más —baje la traba. — ¿Vas a dispararme? —sonreí de lado. — ¿Quieres averiguarlo? —sus manos bajaron. — Vamos, inténtalo, pero ambos sabemos que no quieres hacer eso. — No sabes lo que quiero hacer. Dio dos pasos hasta quedar frente a mí, el cañón del arma quedó justo en su pecho, mis ojos estaban fijos en él, pero no decía nada, no se movía, simplemente esperaba. — Sigo esperando gatita.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD