Liara sentía su corazón latir a mil por segundo cuando vio que el rey Elfo se arrimó tanto a ella que podía sentir su respiración cerca de su piel, él estaba invadiendo su espacio personal, incluso podía sentir su aroma, que era una mezcla de sándalo ligado con lavanda, le resultaba muy extraño su olor porque justamente esas dos esencias traían calma a quien las oliera, pero ella no sentía eso cuando estaba frente a ese hombre quien por lo visto le arrebató su vida solo para satisfacer sus extraños deseos egoístas.
Entonces de un momento a otro, los ojos grises del rey se tornaron de un color verde esmeralda radiantes, las orbes grises ahora brillaban como si realmente fueran dos piedras preciosas de una forma que solo lo hacía lucir más hermoso de lo que ese hombre ya era. Sin querer, la
