El corazón del rey Cirdán palpita a todo galope mientras sus labios se encuentran con los de Liara. La sensación de calor y suavidad lo abruma, y dentro de él surgen emociones discordantes. Por un lado, siente un temor profundo debido a su falta de experiencia en asuntos amorosos. Durante casi dos siglos ha vivido sumido en la soledad y el dolor, incapaz de abrir su corazón a alguien más. Por esa razón, cuando esa humana se lanza sobre él de esa forma, la primera reacción del rey es apartarla. Sin pensarlo, la toma por ambos brazos separándola de él. Liara queda con la boca entreabierta mientras él la mira con sus ojos grises que sólo muestran confusión. El moreno traga saliva mientras que Liara se encoge de hombros porque siente que justo como lo imaginó, posiblemente le costará toda una