CAPÍTULO CINCO Oliver estaba fuera del Campbell Junior High. En el patio había el mismo ruido de siempre, lleno de niños corriendo, gritando y lanzando pelotas como granadas. Oliver notó un nudo de angustia en el estómago. No era porque tuviera miedo de los chicos –o de cruzar el patio lleno de pelotas de baloncesto voladoras- era porque pronto volvería a ver a la Sra. Belfry. Respecto a su profesora favorita, justo ayer había estado sentado en su clase. Pero para Oliver, parecía que hacía toda una vida. Él había pasado toda una aventura tumultuosa atrás en el tiempo. Esto le había cambiado, le había hecho madurar. Se preguntaba si ella notaría sus cambios cuando estuvieran cara a cara. Cruzó el patio, agachándose bajo las pelotas de baloncesto voladoras y, a continuación, fue directam