Llego a la mansión extremadamente cansada. Me duele todo mi cuerpo, me duelen mis piernas, mis brazos, ¡todo! Aleskei hoy no me dio tregua, no me permitió un descanso, al contrario, me exigió mucho más que en otros días. Sé que pronto será mi presentación en la compañía como representante de la academia, sé que debo de dar lo mejor de mí y demostrar por qué soy la mejor del primer año, pero considero que hoy exageró más de lo normal. Todos notaron su actitud tan… ni siquiera sé cómo decirla. Se comportó como el maestro que por alguna razón odia a su alumna, pero que, al mismo tiempo, desea verla brillar. Tampoco me ayudó mucho el hecho de que tuve un intenso calentamiento previo dentro del auto del esposo de mi madre. Sinceramente, no sé qué hacer con respecto a Pavel. Me entregué a