Los ojos de Dyana recorrieron el lugar, la Limistéar saor in aisce tenía mucho público, mujeres vestidas con piel sosteniendo una correa y trayendo hombres como perros, mujeres con collares, el sexo era el tema principal, orgías, trios, cuartetetos, un hombre estaba tocando el piano mientras tenía a dos mujeres a su lado de rodillas. Todos con el rostro descubierto, saber quien te está cogiendo es lo más excitante del lugar y es por eso que el acuerdo de confidencialidad era lo importante para el Cherry.
Dyana sintió como sus bragas se humedecen, como sus pezones rozan su sostén, siente la boca seca, está excitada y Loky lo sabe, puede ver el cambio que tuvo en cuanto cruzaron esa puerta. Pasa la lengua por sus labios, ese club es su Infierno personal y su favorito. El sexo es y será su adicción, su condena y por ello es que el Cherry es donde todos desatan el verdadero demonio s****l que tienen.
— Sígueme, no quiero que te pierdas – susurró Loky a su oído, sacándolo de su mente.
Dyana no dijo nada, solo carraspeó y continuó se dejó guiar por el dueño del club. Entonces fue cuando vio a Greco en un trío con dos rubias, del otro lado pudo ver a Magnus sumido en un bondaje con tres chicas y una de ellas era Nancy, Viktor estaba en una zona exclusiva de hombre homosexuales y para colmo vio a su amigo Alexander como un amo que tenía a una chica de rodillas chupándosela y a otras dos besándolo mientras él las tocaba sin pudor alguno.
Bendito acuerdo de confidencialidad.
Subieron por una escaleras, alejándose del Limistéar saor in aisce, aunque aún podía escucharlo todo, en la segunda planta había habitaciones, algunas cerradas, otras entreabiertas, la privacidad de tener sexo. Dyana se pregunta ¿porqué una habitación? Cuando abajo se puede hacer todo lo que quieras.
Loky volvió a mirar a la chica que tenía de la mano, se estaba mordiendo los labios, la curiosidad ha provocado muchas cosas y esa noche, él dejará que Dyana explore la curiosidad s****l, sin saber que la estará encandenando a un juego sucio.
Entraron en una habitación, insonora, nadie escucharía sus gritos, así como ellos no escucharían nada de lo que sucedía en el resto de habitaciones o en la Limistéar saor in aisce, cerró la puerta y la miró.
— ¿Qué haces? – dijo Dyanan con la voz ronca, no podía ocultarlo, estaba excitada.
— La curiosidad es un detonante para muchas cosas – abrió el cajón y sacó un par de esposas. – Quiero saber de que es capaz tu curiosidad, como buen anfitrión, está noche dejaré que me demuestres de que eres capaz. Al ser nueva, al ser una agente de la Interpol, quise que tu primera vez en mi club – se puso frente a ella y tomó su mentón. – Fuera más privado, antes de que todo el mundo vea como te follo.
Dyana trató de decir algo, pero la verdad estaba demasiado absorta en ese mundo, se sentía tan extasiada que lo besó. Lo besó. Las manos de Loky eran tan expertos que comenzaron a deshacerse de su ropa, las luces neón cambiaron a un tono rojo, se miraron con una gran intensidad.
La curiosidad.
Dyana le saco la camisa a Loky, y él dejó que hiciera lo que quisiera, los labios de la chica recorrieron su cuello, su clavícula, su pecho hasta que se puso de rodillas, pero él se hizo para atrás y sujetó sus muñecas.
— ¿Qué pasa?
— Por más que quieras verte de rodillas chupandomela, no es mi noche cariño – sus manos se deshicieron de su blusa y del sostén, liberan sus senos. Eran pequeños pero deliciosos. – Mi placer no importa hoy – sus manos amasaron sus pechos, su lengua jugueteó con sus pezones. – Te daré la bienvenida a mi territorio, pequeña.
Tomó las esposas y bajo la curiosa y ansiosa mirada grisácea de chica, la llevó a la cama y la esposo, dejándola inmovilizada de sus manos. Muy en su interior le estaba gustando eso, hacía bastante tiempo que no sentía ese poder de tener a una chica inmovil, inquieta por recibir placer, así conoció a su prometida y aún le excita tenerla así, pero Dyana está soltando las cadenas de demonios que no había visto en años.
Su lengua lamió el cuello de la chica, chupo y succiono su piel siendo consciente de que eso le dejaría marcas, pero serían marcas que solo ella podría ver al estar desnuda. Chupo y mordió sus pezones, deleitándose en como Dyana se movía por querer recibir placer, como suspiraba y soltaba pequeños gemidos. Sus manos sacaron su pantalón y sus bragas, mirando su sexo rosa y depilado, sus ojos se oscurecieron al verlo bañado en fluidos.
No quiso demorar tanto, él también estaba ansioso por probarla. Abrió bruscamente sus piernas y llevo su boca al sexo rosado de Dyana. Estaba tan mojada. Su lengua comenzó a lamer, abriendo sus pliegues, moviéndose en su perla roja que estaba haciéndola enloquecer.
Dyana estaba tan excitada que se corrió como una ninfómana, y apun después de correrse seguía estando caliente y con ganas de más. Loky rió divertido al verla como se corrió a chorros.
— Estás muy caliente ¿verdad, pequeña?
— Sí – jadeo.
Loky se levantó y fue al cajón a sacar pinzas para pezones, así como vibrador, los pies de Dyana se enroscaron al ver lo que tenía en manos. Término de desnudarse, dejando libre la erección grande y gruesa, a Dyana se le hizo agua la boca, quería tenerlo en su boca y dentro de ella. Loky volvió a acercarse, puso las pinzas sobre sus pezones que se pusieron duros al sentir las pinzas.
Saco un par de esposas para los pies, Loky se puso un condón y se acomodo entre las piernas de la chica, levantó sus pies poniéndolos sobre sus hombros, puso las esposas en uno de sus tobillos y las pasó detrás de su cuello para esposar el otro de sus tobillos. La altura a la que estaba Loky obligaba a Dyana a levantarse más. Sus miradas se encontraron.
Loky la embistió con fuerza y dureza. La cama se movió con los bruscos y fuertes movimientos de Loky, Dyana gritaba, sollozaba de placer, sentía como la partain a la mitad y le encantaba. Loky le dio una bofetada que solo la excito más, el vibrador que tomó antes, lo encendió y lo puso directo sobre su perla roja aumentando el placer.
El placer, la lujuria emanaban juntos, dejándolos en un éxtasis fortuito. Dyana se corrió a chorros y Loky se derramó por completo. Se mantuvieron un momento así solo para recuperar el aliento. Loky salió de su interior y le quitó las esposas de los tobillos. Tiro el condón, le quitó las pinzas dejandole los pezones rojos y sensibles, Loky no evitó pasar la lengua por estos una vez más. Le quitó las esposas de las manos y la liberó, besándola una vez más antes de tomar su ropa.
— Así doy la bienvenida en mis tierras – sonrió Loky.
— De haberlo sabido, hubiera venido antes – sonrió la chica.
Loky terminó de vestirse y se acercó a ella.
— La noche no ha terminado para ti preciosa – abrió la puerta y entraron dos chicas, traían consigo aceite y toallas. – Disfruta tu velada, pequeña.
Sin decir nada más salió de la habitación. Llegó a Limistéar saor in aisce, y volvió a la “recepción” de su club, encontrándose a sus chicas favoritas.
— Alguien dio una buena corrida – dijo la rubia con traje de dominatrix.
— Tal vez – sonrió Loky sirviéndose un trago.
— ¿Detalles? – se inclinó sobre la barra.
— Ve a trabajar Mel – le sonrió. – Tengo trabajo que hacer.
Loky volvió a ponerse su traje completo, tomó su bastón, dejó a cargo a Hank y se fue a hacer sus negocios, mientras que Dyana disfrutaba de un buen masaje erotico.
{...}
El día en las oficinas del FBI había estado algo ajetreado, sin duda, todos adoraban el acuerdo de confidencialidad. Era como si ninguno hubiese ido a ese club.
Dyana estaba incluso de mejor humor, sin duda el sexo hace maravillas.
Estaba de camino al hospital ya que habían herido a dos de sus oficiales y quería saber su estado cuando vio a Loky con unas rosas en la mano, quería acercarse pero según el acuerdo de confidencialidad no puede hacerlo a menos que la persona implicada quiera hacerlo.
Loky había tenido una mañana bastante relajada, negaría haberlo pensado, pero estaba pensando en esa chica y lo excitante que fue estar con ella, le gusto haberla tenido en su poder y sin duda regresaría al club con tal de volverla a tener en sus manos. Eso era algo que le gustaba de su relación, pues él y Eliane eran liberales en el club, eran dueños y podían follarse a quien sea, pero fuera del club eran solo ellos. Esa mañana estuvo perfeccionando la tercera planta pues esa noche tendrían invitados especiales y quería tener todo listo.
Antes de recoger a su prometida, le dijo a su chofer que comprara un ramo de flores especial y después se encaminaron al hospital. Loky tomó las flores y bajó del auto.
Al llegar al hospital vio todo el alboroto que había, si bien había escuchado, hubo un robo al banco central así que podía entender el alboroto. Inconscientemente buscaba con la mirada a Dyana pero no la encontró. Así que se concentró en buscar a su chica, quien estaba bajando las escaleras lista para irse y evitar aquel caos.
— ¡Eli! – grito Loky a lo que su chica se giró y vio a su prometido, ella se acercó casi corriendo, se abrazaron y después se besaron como si no se hubiesen visto en semanas - ¿Cómo está el amor de mi vida?
— Cansada y estresada – suspiro – Pero ahora estoy mejor – le sonrió.
— Perfecto, por cierto, estaba por el camino y vi esto – le entrego el ramo de rosas – Lo mejor para la mejor.
— Eres un romántico cuando te lo propones – le dio un corto beso – Pero por eso te amo.
— También te amo – la abrazo por la cintura y comenzaron a caminar a la salida, cuando la mirada de Loky se encontró con la de Dyana, detuvo un poco sus pasos para verla mejor.
— ¿Qué pasa amor?
— Nada – sonrió Loky sin mirarla – Creí ver a Magnus, eso solo eso – le dio un guiño a Dyana y siguió su camino junto a su chica.
Dyana quedó descolocada al ver toda esa escena y encima ver como Loky le dio un guiño con su novia al lado. ¿Acaso estaba loco? ¿Cómo es que tiene novia y ayer estaba disfrutando ser follada por él? ¿Qué rayos pasaba con Loky?
Loky era la incógnita más grande para Dyana.
{…}
— ¿Hablas enserio? – sonrió divertida.
— Muy en serio – sonrió Loky terminando de cocinar.
— Joder, debo decir que es una gran hijo de puta, siempre con mal genio y tratando a todo el mundo como si fuera un estupido. Pero sin duda querido tienes efecto en esa clase de personas – le sonrió.
— Claro que sí – se acerco a su chica y la beso – Te tuve a ti.
— Bobo – le sonrió - ¿Y supiste que tal le fue después de ese masaje?
— No lo supe, pero de algo estoy seguro, su bienvenida le gusto – sonrió mirándola.
— La Interpol cayendo en la cama contigo, creo que es un logro, deberías ponerlo en la pared – le sonrió.
— Lo pondré cuando esa chica me de una entrada a la mesa redonda.
— Ya veremos que tan bueno es tu sexo entonces – sonrió. – Por cierto, escuche rumores de los Miller.
— ¿Qué escuchaste?
— Que irán al club – lo miro – La tercera planta para ser específica – le sonrió – Tal vez podamos ir esta noche.
— No tengo problema con ello – le sonrió – Tener a los senadores más importantes en el club no es problema, además de que hoy vendrá el príncipe real y por eso he dejado el club perfecto.
— En verdad serás el mejor esposo que podre tener – Eliane lo beso tiernamente.
— Y tú serás la mejor esposa que alguien podrá tener – le sonrió Loky – Y hablando de eso, tengo el contacto de una buena organizadora de bodas.
— Perfecto, llamémosla mañana y hagamos una cita. Nuestra boda tiene que ser perfecta.
— Al igual que la luna de miel – le dio un guiño.
{…}
Dyana iba al club esa noche con la mínima esperanza de verse de nuevo con Loky.
— No está esta noche aquí – dijo Melissa.
— ¿Qué?
— Buscas a Loky lo sé – le sonrió – Él está en la tercera planta – le dio una cerveza.
— ¿Hay una planta más? ¿Y qué hay ahí?
— ¿Eres soltera o tienes pareja?
— ¿A qué viene eso? – dijo Dyana confundido.
— Bueno porque si eres soltera ni de coña entras ahí, pero si tienes pareja entras con facilidad – le dio un guiño – Diviértete esta noche nena – dijo antes de irse y dejarlo descolocada.
¿Qué demonios hay en la tercera planta?