Detrás del estandarte del cuervo, el más alto de los vikingos retumbó un cuerno montado plateado y la infantería se dividió en dos hileras al frente para formar un cuadrado y la tercera hilera se conformó de caballería. Con otro retumbo la primera hilera presentó sus escudos en forma de barrera interconectada, se extendían dos escudos de alto que recorría toda la formación. El sol se reflejó en los escudos de metal. —Un muro de escudos —dijo Bearnas calladamente —esperarán a recibir la carga de los albanos, espada contra espada y hacha contra hacha. El estruendo de los albanos incrementó conforme se aproximaban a los nórdicos, blandiendo sus armas, con los estandartes en los aires y una ola de entusiasmo. Formaron un gran arco frente a los nórdicos, superándolos en número dos a uno, y se