✔3. El encuentro con el padre
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✔3. El encuentro con el padre:
Finalmente Enrico, reunió coraje y regresó a casa, no podía huir de su padre para siempre. Necesitaba enfrentarse a la bestia.
Uno de los guardias de seguridad de Martín lo llevó a la entrada de la residencia Valli.
Necesitaba enfrentarse a la bestia.
Enrico entró en la casa tratando de mantener la naturalidad. Imaginando ser recibido por su padre con gritos:
_ "Tú, irresponsable Enrico, ¿nunca cambiará?"
Esta vez no fue así.
Observó la enorme sala vacía, todo en su lugar, el ambiente estaba en silencio. ¡Extraño!
Subió a su habitación, se dio una ducha rápida, se puso un short n***o y un polo blanco, se puso las pantuflas, se arregló el cabello.
Fue a encontrarse con su padre.
Era mejor encontrar pronto a la bestia, que correr como un cobarde. La mierda ya estaba hecha de todos modos.
Bajó a almorzar y encontró a su padre saliendo de la oficina.
Lo saludó:
_ ¡Buenos dias, padre!
_ ¡Buenos días, hijo mío!
Se sorprendió por la calma y preguntó si todo estaba bien.
_ ¿Está todo bien, papá?
_ ¡Sí! ¿Por qué no lo estaría?
Se rascó la cabeza, no podía creer que su padre no dijera una sola palabra, sobre lo que había pasado la mañana anterior.
Llegó a la conclusión de que su madre quizás ya había domesticado a la bestia como siempre lo hacía.
Massimiliano se sentó en su cómodo sillón, en la sala de estar. Enrico se tumbó en el espacioso sofá gris claro que estaba justo delante.
Entablaron una conversación aleatoria mientras esperaban, Anna les avisara que se podía servir el almuerzo.
Cuando Anna, informó que se podía servir el almuerzo, fueron al comedor, Enrico notó que su madre no estaba presente.
_ ¿Y mamá no almorzará con nosotros?
_ Sílvia se fue de compras.
_ Le encanta ir de compras.
Comentado.
Massimiliano solo sonrió, su hijo no podía imaginar que su madre realmente fuera de compras para él.
Sílvia salió de casa con la misión de comprar ropa para su hijo.Para tu nueva etapa.
Después del almuerzo, Enrico envió un mensaje a su amigo.
_ ¿Está ahí?
_ Puedes hablar.
_ El no dijo una sola palabra sobre el accidente.
_ Prepárate, porque cuando hable te acabará.
Lo dudaba, creía que la situación estaba bajo control, que su madre lo había ayudado como las otras veces que se metió en problemas. Ella siempre encontraba una manera de doblegar a su padre.
Pero cuando la matriarca de la familia regresó, extraño, ir de compras era para él. Compró camisas, pantalones, corbatas, algunos pares de zapatos, entre otras cosas, e incluso le informó que había pedido algunos trajes.
Sílvia estaba toda emocionada en el armario de su hijo, que no entendía nada.
Empezando a asustarse.
Una línea de preocupación apareció en su frente.
_ Mamá, ¿por qué me compraste ropa?
_ Enrico no interfiere, hablamos luego. Ahora necesito terminar de ordenar tu armario.
En ese momento abre un cajón lleno de bragas, era la colección de Enrico. Siempre guardaba las bragas de las mujeres con las que tenía sexo.
Ella estaba horrorizada.
_ ¡Por Dios, Enrico!
_ Mi colección madre. Tu hijo es...
Ella lo interrumpió, sabía que su hijo no era un santo y estaba a punto de decir una estupidez.
_ ¡Sin detalles, por favor!
Tomó un respiro profundo.
_ ¡¡¡Esto va a la basura!!!
_ Madre es mi colección...
_ Enrico Valli, no me interrumpas más y vete. Anna y yo tenemos que terminar de clasificar esta ropa para donarla.
Como todo era extraño, su padre no se enfureció como siempre.
Las compras de su madre, que en realidad eran para él. Prefería salir y quedarse en la piscina disfrutando el resto del sábado.
Empezó a pensar que su amigo tenía razón. Estaban planeando algo para él.
Pero que seria?
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