✔4. La vida de Chiara Oliviatto

752 Words
✔4. La vida de Chiara Oliviatto: Al otro lado de la ciudad, viviendo con sus abuelos desde que sus padres fallecieron en un accidente, vivía la bella Chiara Oliviatto. El barrio en el que vivían era sencillo, sin delincuencia, y el mayor peligro del barrio era el lenguaje de los vecinos chismosos. No perdonaron a nadie. Chismearon sobre lo que vieron y lo que no vieron, más allá de lo que imaginaron. El Sr. Fausto y su esposa Antonietta criaron a su nieta con mucho amor y dedicación. No dejaron que nada faltara dentro de sus condiciones. Solo eran severos cuando se trataba de relaciones amorosas, no permitían que su nieta tuviera citas de amor de ninguna manera. Chiara solo logró dar su primer beso a los diecisiete años, a escondidas con la ayuda de una amiga, durante un descanso de una clase en la escuela. Los abuelos querían conservarla. No querían verla sufrir decepciones amorosas. El moralismo religioso también estava presente. Así como no la querían con nadie que pudiera quererla solo para disfrutar de su cuerpo. El hombre que quería salir con ella necesitaba saber, que salir en la familia Olivatto significa salir, comprometerse y, en consecuencia, casarse. Sin afición. Y lo más importante, necesitaba ser aprobado por ellos, que la protegería de posibles aventureros. Chiara trabajaba en una elegante cafetería en el centro de la ciudad, como camarera. Este sábado estaba libre, aprovecharía el día para ir de compras, tomar un helado y comprar algo de maquillaje. El maquillaje lo utilizarían nas vecinas del barrio, que se habían convertido en clientes, al saber que ella estaba haciendo un curso profesional para convertirse en maquilladora. Pero había algo más en este pasear por el centro comercial, también iba a almorzar con Renato, un chico que conoció en la cafetería donde trabaja. Hablaban prácticamente todos los días por mensajes. Él siempre la invitaba a salir. De hecho, estaba enamorada y esta sería su primera cita amorosa. La ansiedad la dominaba, sentía mariposas en el estómago. Necesitaba saber si Renato estaba dispuesto a hablar con sus abuelos, para pedirle permiso para salir con ella. Chiara se hizo un maquillaje básico, rímel, labial nude, nada elaborado, eligió jeans oscuros, blusa blanca, sandalias planas, al fin y al cabo era un paseo de compras y no quería despertar la curiosidad de sus abuelos con un atuendo más elaborado. Salió de casa temprano para tener tiempo de comprar su maquillaje antes de la cita. A la hora acordada, se encontró con Renato en la cafetería del centro comercial. Renato era un hombre guapo, trabajaba como chofer para uno de los clientes en la cafetería donde trabajaba. _ ¡Hola! _ ¡Hola! ¡Eres hermosa! _ ¡Gracias! Se saludaron con tres besos en las mejillas y luego entablaron una conversación sobre las compras que había hecho Chiara. La conversación fluyó con normalidad, pero Renato necesitaba saber cómo era su familia. _ Renato, para ti, una familia conservadora como la mía puede parecer hasta anticuada en pleno siglo XXI. En ese momento suspiró, Renato la miraba atentamente. _ Pero no puedo llegar a casa y hablar con mis abuelos que estoy saliendo o quedándome con alguien. _ ¿Como asi? _ Mis abuelos esperan que el hombre del que me enamore, vaya a nuestra casa a pedir permiso para hasta la fecha. En ese momento respiró hondo, se moría de vergüenza por hablar de este tema. Me gustaría ser como mis compañeros de clase y las chicas que conocí, simplemente presentando el novio a la familia, sin la formalidad de pedir permiso. Pero los abuelos eran totalmente anticuados. Asistía a misa todos los miércoles y domingos con ellos. Pensamientos de Renato: "Qué viejos ridículos". Pero con una sonrisa en su rostro dijo: _ No hay problema mi flor, hablaré con tus abuelos, pido permiso para salir contigo. Pero esperemos un poco más, para conocernos mejor. Para Chiara, el encuentro había sido mejor de lo que podía imaginar. Renato demostró estar tan enamorado como ella. Había sido amable, respetuoso, su beso había sido solo un beso cuando ella se despidió. Y lo principal estaba dispuesto a hablar con sus abuelos. Decidieron esperar un poco antes de que Renato pidiera permiso para salir con ella. Estaba radiante y enamorada. Tenía en mente que Renato no tardaría mucho en estar visitando su casa y haciendo actividades de novio: como ir a la heladería, al cine, caminar de la mano en el centro comercial. Era romántica y soñadora.
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