Cuando llegaron al campamento y se hicieron las horas de dormir, en esta ocasión para prevenir cualquier “evento desafortunado”, el rey Serkan decidió que Annia durmiera en su Tipi, mientras él optó por dormir afuera. En el momento que la luna escuchó eso se exaltó tanto que dijo: —¡No puede dormir afuera, su alteza! Le puedo asegurar que estaré bien así que…—las palabras de Annia son calladas cuando Serkan la interrumpe diciendo: —Le advertí a los siervos que ninguno pretendiera hacerte algo indebido, sin embargo, ya tomé mi decisión. Descansarás aquí, no tengo ningún inconveniente en dormir afuera. Entra, Annia, durante la noche las temperaturas bajan más, y te puedes enfermar —dice Serkan abriendo la cortina del Tipi para que Annia entrara. Ella lo miró con una mezcla de vergüenza y