Ese mismo día, en horas de la tarde cuando el rey Bastian llegó de su viaje con Gabrielle, el se dirigió al salón de tratados donde se finiquitaban la adquisición de las jóvenes luna. El rey Ozias, sintiéndose impaciente por la repentina ausencia del rey águila, ni siquiera se alegró cuando lo vio entrar, por el contrario, no ocultó su molestia por su tardanza y sin más dijo: —Ya que esta águila impuntual está aquí, terminemos el trato, por favor —dice el rey Ozias sin levantarse de su asiento, viendo como el rey Bastian se sentó a su lado. La directora Alis alternó su mirada entre los dos reyes y carraspeando su garganta dijo: —El precio que han dado por nuestras lunas Gabrielle y Zury es muy alto, el palacio Moonlight se siente agradecido por su gratitud —responde la directora Alis co