AEGAN HARRINGTON.
Llegue a mi residencia, estacione mi auto y baje rápidamente, camine hasta la entrada y entonces lo vi, mi abuelo se encontraba sentado en el sofá del recibidor fumando su tabaco cubano, me dio una sonrisa de esas picaronas y sabia lo que eso significaba, tendría que darle muchas explicaciones, mi abuelo era de esos millonarios quisquillosos, que les encantaba fumar, beber y las mujeres, parecía nunca envejecer o madurar. Solía llevarme de joven a esos casinos y night clubs elegantes.
—¡Abuelo, que gusto verte! —exclame con efusión, me acerque a el y le di un medio abrazo.
—¡Hijo mío! Tanto tiempo sin verte esa fea cara que tienes. —divirtió, le seguí el juego. —, ¿Cómo va todo en la empresa? —inquirió, sentándose nuevamente.
—Todo en orden, sabes bien que esto es lo mío. —divertí, el asintió, por años el fue gerente propietario de Harrington Corp. Luego se la heredó a mi padre y él antes de morir a mí.
—Lo se muchacho, no había mejor postor. ¿No has tenido problemas con los terrenos de extracción de Bulgaria? —inquirió con detenimiento, lo mire confundido. —, Hace algunos años tuve problemas, la gobernación de Bulgaria quería quitármelos afirmando ser patrimonio nacional.
—Ah eso, no tuve problemas, la gobernación esta ahora en manos de una bellísima mujer. Nada que el encanto Harrington no pueda manejar. —alardeé, el movió sus cejas de arriba abajo, jugueteando, era un viejo quisquilloso como ya mencioné.
— Lo sabia mi muchacho es todo un rompecorazones. —respondió, calo en su tabaco y volvió hablar moviendo su mano. —, ¿Y? no piensas contarle a este viejo sobre el nuevo romance que tienes.
—¿Romance? No hay tal romance, viejo—respondí, nos tratábamos con mucho cariño siempre y a el le gustaba que le dijese viejo como apodo cariñoso o algo así. —, Bloom, es una amiga, tenemos una amistad con beneficios, nada importante ni oficial.
—Lo imagine, llevas mucho tiempo jugando a eso de las citas pasajeras. —respondió—, Ya es hora de que salgas nuevamente con alguien, Aegan. El tiempo pasa sin reparos, mírame a mí, todo viejo y solitario.
— ¿Tu solitario? Eso si es imposible, no tardas en conseguirte otra jovencita, de esas que te enloquecen —respondo acusatorio, se carcajea mientras cala nuevamente a su tabaco.
—Es inevitable muchacho, ellas son mi perdición —responde divertido. —, Igual no deberías darles de que hablar a esos metiches de los medios. No es bueno para la imagen de la empresa.
—Lo se viejo, no te preocupes me encargare de ese chisme—respondí, asintió complacido.
Permanecimos un rato largo entre las noticias que traía mi abuelo, un par de vasos de whisky y claro sus cuentos de las aventuras que ha vivido en todos estos años desde que se dedico a viajar y gastarse su fortuna con mujeres, alcohol y vicios como el póker. Mi abuelo me pidió alojarse unos días y claro que se lo permití, esta mansión era menos solitaria cuando él venia, además, de cierta forma, esta era su casa, aquí vivió por años con mi difunta abuela Martha Lucia, luego la heredó a mi padre, donde nos crio a Alexia y a mí, junto a mi madre por largos años hasta fallecer en ese horrible accidente. Tiempo después la herede en conjunto de mi hermana, ella suele estar viajando por todo el mundo mientras recibe su cuota del porcentaje que también heredo de la empresa, claro que en absoluto me pertenece todo. Aun así, en temporadas suele venir, su hija Mandy, si vive aquí.
—¿Y Alexia? ¿De viaje aun? —pregunta mi abuelo, asiento nuevamente. —, ¿Y Mandy? ¿En serio no se preocupa por su única hija?
—Ya sabes como es ella, viejo. No le importa nada que no sea viajar y subir sus mil selfies en algún paisaje o algo. —respondo restándole importancia. —, Y Mandy, sabes que la quiero tanto como si fuese mi hija, me hago cargo de ella casi siempre.
—Lo se hijo, serias un gran padre. Es extraño que de ningún matrimonio te hayan quedado hijos. —opina y aquí vamos otra vez, siempre es el mismo debate con él.
—Sabes bien que no me sentía preparado para esos entonces, mi dedicación estaba al cien a la empresa. ¿No era eso lo que querías? ¿Qué la empresa incrementara y duplicara sus ingresos anuales?
—Si hijo si, eso siempre quise y lo que no hizo tu padre, lo hiciste tu en un par de años. —respondió afirmando. —, Pero también siempre te he dicho que la familia es mas importante, no puedes quedarte solo por siempre, tienes que tener hijos que te cuiden, te acompañen en tu vejez.
—¿Y a ti de que te sirvió eso? Estas solo, viejo. —contraataque, quizá fui muy frio, porque su mirada se entristeció. —, Viejo, no debí decirte eso, no estas solo. Me tienes a mí, a Alexia y a Mandy…—intente acomodarlo, hizo un mohín y luego estallo en risas.
—¿Qué? ¿En serio creíste que me herirías con eso? ¡Ja! —divirtió y suspire negando mi cabeza, este viejo era a todo dar. ㅤ
Luego de charlar un poco más, se hizo tarde y el viejo se fue de fiesta con algunos amigos suyos también retirados de la industria, yo me había comunicado con la relacionista de la empresa, pidiéndole que hiciera lo que fuera necesario para desaparecer esos rumores de mi supuesta relación con Bloom. Mi teléfono vibro por largos minutos lo que significaba una llamada entrante.
— ¿Hola? —conteste.
— ¡Aegan! ¿Qué rayos esta sucediendo? Tengo periodistas y reporteros como hormigas en mi puerta del edificio, no he podido salir, me tienen presionada con que les cuente la verdad. ¿Qué verdad? — responde con agilidad y rapidez Bloom, suspiro con frustración. Ella odia las escenas y relaciones públicas, sufre de pánico escénico y jamás le ha gustado ese tipo se seguimiento que siempre me hace la prensa.
— Eh, todo es por una fotografía de los dos saliendo de Red’s, piensan que tenemos una relación. —respondo, ella suspira y se que esta negando mientras muerde sus uñas, la conozco muy bien.
— ¡Arregla esto ahora! ¡Tengo una importante cita con un proveedor de telas de india! ¡Y no puedo salir de mi casa! —responde alterada, asiento, pero luego recuerdo que no puede verme,
—Lo hare, solo espérame un poco, ¿sí? Lo siento Bloom, todo esto es mi culpa, no debí exponerte.
¡Esta bien! Solo arregla esto, da igual, no tenemos nada así que no me afectara... ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ