Sombras de Fuego y Destino

El Enigma del Vínculo Perdido

― Maldición… Si tan solo se acercan las destrozaré ―

Y tal como pensé, las brujas caminaron hacia nosotros. Su aspecto era repulsivo, recordé mis lecciones del colegio sobre la magia “La magia negra es poderosa, pero siempre deja un rastro”, cada ser que utilizaba magia negra era consumido por ella, y su apariencia lo reflejaba claramente.

Tomé el mazo y di un paso adelante, yo era el Alfa más temido de esta manada…

― Detente Darion ― me ordenó Aaron

― No, no dejaré que salgan de aquí con vida ―

― No… mira bien ― insistió Aaron ―a pesar de que ellas están más cerca, los rogues no pueden cruzar el límite ―

― ¿Crees que ellas podrán cruzar? ―

― Espero que no… ―

Tal como Aaron dijo, ellas se detuvieron justo detrás del límite… Eran tres mujeres con grandes marcas por todo el cuerpo, tenían deformidades probablemente causadas por la magia negra que usaban… La del medio estiró una mano y pareció que había cruzado un manto invisible, temí por un momento

Ella mantuvo la mano sobre ese manto un tiempo, pero rápidamente comenzó a quemarse ― runas ― gimió mientras retiraba la mano

Se miraron entre sí ― ¿Quién de ustedes perros ha colocado esto? ― preguntó una de ellas

Estaba furioso, pero no era estúpido mis guerreros estaban cansados y heridos. Aaron tomo la delantera ― ¿Por qué han venido? ―

Las brujas lo miraron con una sonrisa en los agrietados labios, pasaban sus lenguas como saboreando a mi hermano ― Que bonito cachorro, dime ¿Qué le ha pasado a tu lobo? ―se rieron entre si

*Aaron*

Aprete los puños para mantener la ira dentro de mi. Estás brujas eran repulsivas sólo a la vista, pero al estar cerca de ellas se podía oler la putrefacción que emanaban ― Te hice una pregunta bruja, ¿por qué han venido? ―

Una risa gutural salió de ella ― Él quiere algo, sabemos que está en esta manada… Si nos das lo que queremos nos iremos tranquilamente y no tendrás que enfrentarte a Él ― explicó mientras sacudía la mano quemada

― ¿Qué es lo que quieren? ― pregunté, cualquier información seria de utilidad

La bruja me miró con diversión ― Es un insulto para la magia usar el grimorio de Calamity para cosas tan absurdas como esta ― sonrió ― devuélvanlo junto con el cristal de fuego o mi señor destruirá está ratonera a la que llamas hogar ―

No entendí nada de lo que me pidió, no conocía los objetos a los que se refería

― Nosotros las destruiremos si no se van ahora ―intervino Darion

Las brujas se rieron a la par ― ¿Crees que podrás hacer algo sin tu lobo? ―

Maldición, ellas sabían algo. No, quizás solo fue debido a que no nos transformamos. No debemos darles información de nosotros

― ¿Qué sabes de mi lobo? ― preguntó Darion

De inmediato lo detuve, él estaba por salir de la protección ― Basta, sólo quiere provocarte para que cruces ―

Nuevamente se rieron, pavoneándose alrededor de las protecciones ― Es apenas obvio que lo perdiste, y ahora lo único que tienen es esta protección, pero ¿Cuánto tiempo podrán resistir ahí dentro? ―

Era cierto, no importa cuanta repulsión sintiera por estas mujeres, ellas tenían razón. No podíamos permanecer detrás de las barreras por siempre. Tendríamos que enfrentarnos a todo el ejercito de rogues que estaban rodeándonos

― Dime ¿Cuánto crees que vivirás si te pongo las manos encima? ― la reto Darion, tuve que detenerlo nuevamente. No debíamos perder la calma o nos tendrían en sus manos

Los primeros rayos de sol comenzaron a salir, las brujas se miraron entre sí. Supongo que eso no es algo bueno para ellas, pero para nosotros era una luz de esperanza ― Volveremos y ten por seguro que está patética protección que han montado caerá… Además, está manada pronto no tendrá a sus trillizos alfa para protegerla ― un espeso humo llenó el lugar y las brujas desaparecieron al igual que los rogues que nos rodeaban

― ¿Qué fue todo eso? ― nos preguntó Deacon ― No te parece que no es el momento para ponerse a charlar con los enemigos ―

― Es justo el momento, ahora sé que están buscando ―

Deacon suspiró, él estaba ansioso y molesto desde que le anuncie que tomaría a Alessandra como compañera elegida en cuánto Bela aceptara nuestro rechazo… Dios, Bela lo olvidé por un momento, al menos estaba tranquilo de que ella estaría con el resto de la manada dentro de la casa principal

Mis hermanos y yo entramos en busca de Bela, todos los miembros de la manada deben refugiarse en el sótano durante los ataques, ella debe estar aquí. Caminamos por la multitud en busca de ella sin embargo, no había señales de Bela por ningún lado

― Darla me alegra verte ― Deacon intercepto a la líder Omega, ella era buena amiga de Bela ― ¿Dónde esta Bela? ― preguntó

― Lo siento Alfa, no he visto a Bela desde ayer por la tarde ― Darla hizo una pausa ― ella fue al bosque Alfa, no cree que algo le pasó ¿cierto? ― su rostro estaba pálido

― ¿Cómo que fue al bosque? ¿Por qué nadie nos dijo nada? ―

― Luna Ivy la estaba buscando, pensamos que estaría con ustedes ― argumento la mujer

No pude escuchar nada más, salí corriendo en busca de mi madre, seguro que ella había encontrado a Bela, por eso estaba en otra parte del bosque

*Deacon*

Peleamos durante casi toda la noche, y por más que intenté mantenerme concentrado en la pelea. Había algo que me impedía dejar de pensar en Bela, sabía que algo iba mal y no podía hacer nada, ella debía estar moviéndose con el resto de la manada hacia el sótano. Ella estaría bien, sólo eso podía decirme para mantenerme dentro de mis cabales

Si algo malo ocurriera con ella yo lo sabría, ella era mi compañera y yo no la rechace… Ella era mía y no me importaba lo que mis hermanos dijeran, después de esta noche la reclamaría aún si ellos estaban en contra. He estado enamorado de Bela por un largo tiempo, ella era una niña dulce y gentil, siempre me hacia feliz verla sonreír… ¿Por qué deje de pensar así de ella?

No me perdonaré nunca por lo que le he hecho, debí demostrarle lo mucho que la amaba antes. En vez de eso sólo era un tonto celoso que no supo manejar sus sentimientos. No más, ya no seré el trillizo débil, ella es mía y la recuperaré a cualquier costo

Nuestros guerreros estaban cada vez más cansados, estas bestias no parecían detenerse con nada. Estábamos peleando contra cuerpos que no sentían y que no morían, cada vez nuestros movimientos eran más lentos y erráticos, no soportaríamos mucho más tiempo así.

Afortunadamente mis hermanos notaron que había una especie de protección cerca de la casa de la manada, fue una grata sorpresa saber que esto tendría un final distinto al que imagine. Mis hermanos hablaban con las brujas que invocaron estas cosas como si no fuera nada, no podía concentrarme en ellos. Estaba ocupado tratando de mantener con vida a nuestros guerreros heridos, transportamos a tantos como nos fue posible dentro de la casa para ser atendidos.

Comencé a buscar entre las personas, debía saber que todos estaban bien. Aún no había muerto nadie, y agradecí que mi padre fuera tan estricto con los entrenamientos. Verifiqué que no hubiese nadie más herido de gravedad y volví a con mis hermanos, al parecer ambos habían olvidado que teníamos un asunto urgente, encontrar a Bela.

Raicoff aún estaba inquieto, necesitaba ver a su compañera y no lo culpaba. Yo también la necesitaba. “Algo no está bien, ella desapareció no hay nada… es como si hubiera dejado la manada y el vínculo desapareció” dijo Raicoff en mi mente

“Ella no dejó la manada, ¿Y si el vínculo se rompió?”

“Lo habríamos sentido, pero simplemente no está… No hay un rechazo y no hay vinculo”