Al terminar mi turno en la cafetería salí en medio de la oscuridad de la noche, camine despacio hacía el bosque, sintiendo el cansancio inundar mi cuerpo. Desde que mi abuela falleció he vivido en la pequeña cabaña en el bosque, casi en las orillas de los territorios de la manada
― Solo quiero llegar a casa y meterme a mi cama, aunque creo que tendré que tomar otro baño para quitar los restos de malteada en mi cabello… o lo que queda de él ― me sentía miserable, los recuerdos del día seguían llegando y no ayudaba el escozor que sentía en la mano, Astrid no podía sanarme hasta después de cumplir los 18 años.
Cada día era igual al anterior, al menos ahora los trillizos no participaban de mi dolor, pues ya eran mayores. Sin embargo, cuándo estaban en el instituto ellos eran mi más grande temor, cada uno podía ser tan cruel a su manera, sólo el recordar las cosas que pasé debido a ellos me hacía estremecer
“¿Cómo vamos a festejar nuestro cumpleaños” preguntó Astrid, con la intención de distraer mi atención de las cosas malas
― Bueno, no lo había pensado ― tampoco es que tenga mucho dinero para comprar una tarta o tan siquiera comida
“Es un día muy importante, por fin podremos conocernos y podrás transformarte”
Astrid sonaba muy emocionada y sinceramente me sentía feliz por eso, ella era mi única amiga y quería conocerla más que nada. Trataba de imaginar cómo sería ella y solo la escuchaba reír en mi cabeza
Casi estaba por llegar a casa cuando escuche voces detrás de mí, me gire para ver quién era
― Sabes… alguien tan patético como tu no debería tocar a mi hermano ― escupió Alessandra con odio, mientras caminaba hacía mi en compañía de sus amigas
― Alessandra… yo no he tocado a Jasper, él solo fue amable ― traté de replicar cuando ella tiro de mi cabello llevando mi cara al suelo, con su peso sobre mi sentía que no podía respirar
― ¿Quién crees que eres para decir su nombre? ― me escupió con odio
― Yo… lo lamento… no volveré a tocar a tu hermano ― dije con lagrimas corriendo por mis mejillas y la voz entrecortada
― Yo sé que no lo harás, porque te enseñaré lo que le pasa a alguien como tú cuando se mete con lo que es mío ―
Pude ver con horror como Rosa sacaba algo de su bolso, mis ojos se abrieron mucho cuando pude ver la daga de plata que pertenece al Alfa. Esa daga solo se usa para eventos importantes en situaciones muy especificas ¿Por qué ellas la tienen? ¿Acaso los trillizos se la dieron?
― ¿Sabes cómo se siente la plata? ― me preguntó Alessandra sonriente, esa sonrisa diabólica que es tan característica de ella
― Por favor… Alessandra… te lo ruego ― el miedo inundaba mis palabras, comencé a temblar mirándola mientras ella sostenía la daga cada vez más cerca de mi
― Sujétenla bien ― pude escuchar y pronto tuve tres pares de manos sobre mi
Trate de pelear y escapar, pero era inútil. Una omega como yo no podría ganar contra una beta y dos deltas, era absurdo creer que podría librarme de ellas, pero el miedo me inundaba y pronto todo fue a peor
Rosa y Ellen me inmovilizaron mientras Alessandra hundía la daga en mi piel una y otra vez, traté de resistir y no darles la satisfacción de escucharme gritar, pero cada vez me fue más difícil hasta que al final estaba en un mar de dolor no podía hacer más que suplicar entre gritos y lagrimas que se detuvieran, pero ninguna me escucho. Después de que terminaron de marcar casi todo mi cuerpo con heridas horribles que me quemaban a cada segundo al fin se apartaron de mí, sus siluetas eran aterradoras y aún podía ver esa sonrisa diabólica en sus rostros
― Espero que aprendas a no acercarte a Jasper nunca más, hoy tuve compasión de ti, pero no volveré a tenerla en el futuro ― la voz de Alessandra sonaba dulce y tierna cuando dijo esto, pero todo iba cargado de veneno, escucharla hacía que mi estomago se contrajera por el miedo
Ellas se marcharon juntas, riendo de lo patética que me veía suplicando. Me dejaron ahí sobre el suelo esperando a que me desangrara hasta morir. Traté de hablar con Astrid, pero ella no estaba, me sentí tan sola y desvalida que por un momento en verdad deseé la muerte
*Jasper*
Regresé a casa después de toda la situación en la cafetería, la verdad no entendía porque mi hermana detestaba tanto a esa chica, me preocupaba la forma en que Lessy se comportaba con ella en específico.
Como futuro Beta de la manada debía preocuparme por cada uno de los integrantes de esta. Y Bela era por mucho la que más ayuda necesitaba, aunque sabía esto no era tan fuerte para enfrentarme a los trillizos y a mi hermana. Me molestaba que ellos no hicieran nada para detener los abusos, pero al final del día eran sus novias las que estaban en el medio de todo. E incluso ellos llegaron a ser sumamente crueles con Bela, llevándola al borde de la muerte en más de una ocasión, he pensado mucho en la forma de ayudarla, pero simplemente no soy capaz de enfrentarme a los futuros alfas
Al llegar a casa papá me busco para hablar unas cosas conmigo, al parecer se había decidido que ya que los trillizos y yo habíamos cumplido los 20 años comenzaríamos una transición lenta para el cambio de liderazgo. Al cabo de un año deberíamos hacernos cargo de la manada.
Esto me entusiasmaba y al mismo tiempo me aterraba, ser responsable de tantas personas era una responsabilidad muy grande. Además, el convertirme en el Beta de una de las manadas más importantes y fuertes del reino era tan emocionante como atemorizante
Al terminar la reunión con mi padre sentí que necesitaba un poco de aire, salí a caminar un poco y de pronto sentí la necesidad de dejar salir a mi lobo, hacía tiempo que no lo hacía y Jay tenía muchas ganas de tomar el control por un rato.
Sin pensar más me encamine al bosque, me quité la ropa y dejé que Jay tomara el control durante un buen rato, corrimos para despejar la mente cuando escuché un grito desgarrador a lo lejos, no supe que era en ese momento, pero pronto escuché más gritos y mi instinto me dijo que siguiera el sonido. Corrí por varios minutos tratando de encontrar la fuente de ese terrible sonido, hasta que un olor conocido golpeo mis sentidos “Eso es sangre” dijo Jay confirmando lo que yo pensaba
Los gritos dejaron de escucharse y sentí que el olor se volvía más fuerte, me acerqué en silencio hasta que pude ver de dónde provenía todo. Lo que vi me dejó horrorizado, Alessandra sostenía una daga de plata ― Es la daga del alfa ― pensé para mí mismo y Jay gruño en respuesta
Por un momento mi corazón se detuvo al observar detenidamente la escena ante mí, Bela estaba cubierta de heridas, seguramente hechas por esa daga ― Los gritos, debieron ser de ella ― dijo Jay, me horrorice al darme cuenta de la situación, el hecho de que mi hermana fuera capaz de algo como eso me revolvió el estomago
No, ella no es capaz de algo como eso, no podía creer que mi pequeña hermanita pudiera hacer algo así, y luego la escuché
― Espero que aprendas a no acercarte a Jasper nunca más, hoy tuve compasión de ti, pero no volveré a tenerla en el futuro ― la voz de Alessandra, ella dijo esas palabras…
Espera, ella hizo esto porque yo he protegido a Bela… me sentí terrible, recordé lo que le dije a Bela en la cafetería, era cierto que ellos no me intimidarían como lo hacen con ella, no podían hacerlo ya que era el futuro Beta, pero nunca pensé que ella tendría que pagar por eso
Vi como mi hermana y sus amigas se alejaban riendo, me sentía furioso por lo que hicieron, nadie debería lastimar a otra persona así y salir sin un castigo, pero ¿Qué estaba pensando? Ella era mi hermanita
“Sabes tan bien como yo que Alessandra siempre odio a Bela y se volvió más cruel cada vez” me dijo Jay, recordándome como desde que eran pequeñas Alessandra tenia un rencor hacia Bela, pero yo nunca entendí de donde nació ese sentimiento
― No puedes comparar las peleas de unas niñas con esto Jay, mi hermana no es así ―
“Se volvió peor con el tiempo, tu lo sabes”
Es verdad que ya había notado esto antes, Alessandra no era tan cruel, pero después de cumplir 18 años y darse cuenta de que no era la compañera destinada de los trillizos, ella cambió para peor
Me transforme de vuelta, tome un par de pantalones cortos que tenía a la mano y corrí hacía Bela, ella estaba inconsciente y sus heridas seguían sangrando, estaban por todas partes. Supe que, si no hacia algo pronto ella moriría sin remedio, la tome en mis brazos y fui rápidamente al hospital
Al llegar el médico que estaba de turno me presto atención de inmediato, el inmenso olor a sangre era suficiente para poner a todos alerta
― ¿Qué le paso? ― me pregunto el médico mientras colocaba a Bela en una camilla
Pensé por un minuto en que contestar a eso ― No lo sé, la encontré en el bosque así y la traje aquí ― fue lo único que dije, no podía delatar a mi hermana, sabía los problemas que tendría por esto y yo hablaría con ella más tarde para que detuviera sus acciones contra Bela
― Quizás fue un ataque de rebeldes ― menciono una de las enfermeras mientras todos corrían alrededor, poniendo todo su esfuerzo en curarla
― Estás heridas no parecen hechas por garras o colmillos, esto fue hecho por algo afilado ― dijo el médico atinadamente
Yo comenzaba a ponerme nervioso ante la idea de que todos estuviéramos en problemas por esto. Salí de la habitación dispuesto a buscar a Alessandra, pero para mi sorpresa el Alfa Ashton y Luna Ivy llegaron al hospital