Capítulo 11
¿Familia?
Cuando entré a casa, papá como siempre no estaba, puesto que seguramente se hallaba en el taller reparando vehículos, por lo tanto, aproveché el tiempo para hacer algo productivo con mi vida y tomé un libro de biología para estudiar, ya que al día siguiente tendríamos examen y si lograba obtener al menos una calificación buena entonces me probaría a mí mismo que no era tan inútil.
La tarde se fue tan rápido que ni siquiera noté cuando había anochecido, mi padre entró por la puerta dando pisadas fuertes, su presencia intimidante, en ocasiones me generaba cierto temor, pero ya estaba acostumbrado. Levanté la vista y lo saludé, él me observó con el rabillo del ojo y solo asintió con la cabeza.
Ese hombre era muy frío y en diferentes momentos de mi vida me cuestioné que vio mamá en él, quizá la obligó a casarse o algo, porque Eleanor era una mujer tan alegre y deslumbrante, su carismática esencia llenaba cualquier lugar, a diferencia de mi padre que únicamente podía hacer un eterno frío más gélido aún.
Decidí que ya era momento de dejar los libros, para comer algo y ver un rato la tele. Sin embargo, luego de prepararme un sándwich con mantequilla de maní con mermelada y cuando casi mi trasero estaba a punto de tocar el acolchonado sofá, sonó el teléfono de la casa, entonces con mala gana dejé mi plato en la mesita de en medio para poder contestar. Miré el reloj y marcaba las 11:30 de la noche, apenas puse el auricular en mi oreja, escuché la voz de Ethan.
—Papá, necesito que vengas a la estación de policía—dijo en un tono bastante nervioso, yo arrugue el ceño y contesté de inmediato.
—No soy papá, ¿para qué rayos tiene que ir a la estación de policía?—interrogué
—Elías, pasa la llamada a papá, necesito hablar con él, es algo muy urgente y no tengo mucho tiempo—habló exasperado, yo hice lo que me dijo y busqué a nuestro padre, me senté en el sofá mientras intentaba prestarle atención a la tele, pero me generaba mucha curiosidad saber qué había ocurrido, así que mi oreja estaba como una antena prestando atención a la conversación, sin embargo, no obtuve nada, ya que papá hablaba entre dientes y nunca podía entender cuando decidía emplear esa manera de expresarse.
Colgó el teléfono y me miró serio.
—Elías, tengo que salir, quédate aquí y no abras a nadie, ¿Entendido?—ordenó y solo pude afirmar.
Lo vi tomar su chaqueta porque la noche estaba fría, y salió por la puerta principal para luego encender el auto e ir a buscarlo. Yo sabía que las cosas no estaban bien, pero no tenía como saberlo hasta que mi padre regresara con Ethan. Sin darme cuenta me quedé dormido, pero las voces de una discusión me despertaron, miré alrededor totalmente desorientado y al parpadear varias veces pude darme cuenta de que se trataba de mi padre y hermano.
—¿Así que eso era lo que estabas haciendo? ¿Peleas, Ethan, peleas clandestinas?—rugió papá
—Lo siento papá, es solo que me invitaron y quise participar, pero solo fueron dos veces…—quiso explicar, pero nuestro padre lo interrumpió.
—¡No te atrevas a mentirme en la cara, Ethan! Has estado saliendo de noche y llegas en las madrugadas y lo he tolerado porque no quiero que pienses que soy uno de esos padres entrometidos, te di mi confianza, ¿Y así me pagas?—espetó y mi hermano bajó la cabeza—. Eres un malagradecido, he hecho hasta lo imposible por mantener lo que queda de esta familia y tú solo metes la pata como un idiota —le gritó y él subió la cabeza para confrontarlo.
—Nadie te pidió que te quedaras, pudiste largarte en el momento que mamá murió, pero fue tu decisión quedarte —soltó con enojo y yo no podía creer lo que estaba haciendo, Ethan sabía que era prohibido mencionar a mamá, hasta yo que era un idiota y siempre me metía en problemas lo tenía presente, pero él acababa de romper una reglar muy importante para nosotros, ya que tras la muerte de ella, papá se tornó agresivo y más distante, y solo después de años al menos podíamos oír una palabra cada cierto tiempo de su parte.
—¿Qué dijiste? —preguntó papá, avanzando hacia él, quien dándose cuenta de lo que había hecho, intento corregirse, no obstante, ya era demasiado tarde. Papá se acercó y lo tomó por el cuello de su camisa, arrastrándolo hasta la salida.
—¡Espera un momento, por favor, papá, espera! —gritaba Ethan, yo corrí para tratar de ponerme en medio, pero apenas toque a mi progenitor, él me empujó haciendo que cayera de nalgas al piso, con ese mismo impulso me levanté escurriéndome entre las piernas de él y abracé a mi hermano, mientras suplicaba que no lo echara de la casa.
—Por favor papá, no, no, te lo ruego, por favor ya deja a Ethan — sollocé y él reaccionó, por lo tanto, libero a mi hermano para darse media vuelta de forma brusca, se perdió en las escaleras y luego pude escuchar un portazo, que era seguramente de su habitación al encerrarse como siempre.
Puse mi atención en Ethan, que estaba pálido, solo me abrazó y ambos caímos al piso, yo no pude evitar llorar como un estúpido porque desde la partida de mamá, nosotros habíamos dejado de ser una familia.
***
Recostado en mi cama mientras le pregunté a Ethan que haríamos, debido a los problemas con nuestro amargado padre, él guardó silencio unos segundos para luego responder con voz cansada y llena de tristeza.
—No lo sé, pero ya veremos, ahora duerme, mañana tienes escuela —me recordó y aunque mi deseo era cerrar mis ojos para conciliar el sueño, ese deseo me había abandonado, ocupando lugar de preocupación por la situación de Ethan y papá, únicamente esperaba que todo se resolviera pronto y al menos tuviéramos al padre silencioso de siempre.