Regreso al frente de ella con una bolsita y estaba más que lista, estaba desnuda y sus piernas estaban algo temblorosas. —¿Te encuentras bien? —Me siento a su lado y ella también se sienta. Tiene la cabeza agachada y huelo que tiene vergüenza. —Perdón… es solo que. —¿No estás lista? Todo iba a estar bien. —¿Qué? No, estoy más que lista, por favor. —¿Segura? Algo no andaba bien. —Si no lo haces tú, lo haré yo. Esto es un dilema, ella está insegura y si hago algo puede que se arrepienta de hacerlo, pero si no lo hago, sentirá que no la deseo o se enojará. —De acuerdo. Decido hacerlo, me levanto y me quito el pantalón, abro el paquete de condón y me forro el falo. Ella se acomoda boca arriba en la cama y yo me subo a ella con delicadeza, tal vez no sea su primera vez, pero es nu