—No te dejaré a solas con él para que lo beses. —¿Son celos? —Star se pone divertida. —Por supuesto que no, solo intento cuidarte. —Si claro, solo eso… —Super la interrumpe saliendo de la casa. —Lo lamento amigo, pero Star y yo nos tenemos que ir, planeamos otro día para pasar tiempo juntos. —Se acerca a mi con una sonrisa y ofreciendo su mano. La observé por unos segundos y luego se la estreche. —No creo que pueda otro día, era hoy o nunca. —Aprieto mis labios lamentándolo—. Es que trabajo demasiado —le explico. —Oh claro, lo entiendo. Nos soltamos y luego nota el caucho pinchado. —¡No puede ser, mi papá va a matarme! El auto es nuevo —se queja. Tenía ganas de reírme un poco. —Mierda amigo, lo siento —dije y examino el caucho. —¿Qué le habrá pasado? —indaga él muy inocente. —