Continúa hablando Edmund al ver que Coraline tiene en su mano aquella botellita de cristal trasparente que ella toma.
—Quizás sientas raro eso y como se derriten en tu lengua, pero tranquila.
—Edmund creo que ya no te escucha Coraline y que es eso, nunca supe que eso existiera ¿Qué es lo que le disté? Edmund, y Raimundo cárgala o se caerá. —dice Violeta.
Antes de que se tambaleara Coraline, al verla cerrar los ojos en eso Raimundo actúa para cargar a Coraline, pero ella dice:
—Me encuentro bien solo quédate hay.
—Si señorita. —responde Raimundo al quedarse a lado de ella.
—Ya sabes, soy un tipo de científico loco y tengo amigos que nos ayudamos o compartimos secretos y esta vez hable con Adulció.
—Se quién es. —responde Violeta.
—No me dijo mucho, pero me envió varios de esos frascos como ese que se llaman White Keren, creación de un viejo vampiro y me dijo Adulció que como es una reciente trasformación y aun temprana, y no se sabe aún qué tipo de vampira sea ella, pero si toma esto por algunos días la ayudara, como tenía yo pensado planificara más sus sentidos, emociones, fuerza, etc. y sin olvidar al igual que su cuerpo.
—Chicos continuo aquí, pero Edmund podre ya recordar lo de aquella noche de la fiesta.
—Es posible Coraline, pero tampoco te estreses, deja que el White Keren haga el trabajo ¿Cómo lo sientes? —pregunta Edmund.
—Pues mientras lo sentía las pequeñas pastillas se derritieron en mi lengua y sentí algo amargo, pero dulce como menta y chocolate, me explico, y creo que me gusto más que ese gajo de fruta que me diste Violeta, solo quiero preguntar podré continuar comiendo comida humana.
—No lo sé Coraline, deberás descubrirlo tú misma. —le dice Edmund.
Ella piensa por un solo momento que espera comer de todo en la fiesta de su cumpleaños, Coraline se encontraba recargando su espalda sobre el pecho de Raimundo, en eso volteo a verlo, alzo su mirada se encontraban más de cerca y verlo con barba y bigote oscuro.
—Gracias Raimundo. —dice Coraline.
—De nada Coraline, estoy a tus servicios.
Coraline le extraña saber eso y solo palmea su pecho al agradecer, cuando en eso dice Edmund.
—Ahora que has tomado el White, te sientes bien.
—Un poco, ya no siento esa opresión de la sensación que la sentía seca y dolía, ahora que continua porque entiendo que en algún punto he cambiado, ahora que debo seguir. —dice Coraline al sonreír, porque ella entiende que es la única solución, aunque ella no lo quiera deberá hacer y respetar lo que Edmund diga, siendo que fue su culpa.
En eso los tres la miras que, de alguna forma alegre, al sonreír lo que hace pensar a Violeta que le parece que Coraline si se sentían mal, aunque lo oculto muy bien y que ahora está de humor, aunque no puede engañar que sigue molesta con Edmund.
—Bueno ahora por solo unos días más tomaras algunas más White, hare que Raimundo te las entregue.
—No piensas dármelas tú.
—No, me iré en un momento, debo hablar con mis hermanos, pero Raimundo se quedará aquí en Caxza en mi ausencia, pero volveré porque te llevare a la mansión Mortifero.
—Piensa llevarla, —dice Violeta al pensar enseguida. —Espera, piensas llevarla el día del aniversario de tu madre. —termina diciendo Violeta.
—¿Cuál fiesta? De ¿Qué hablan? —pregunta Coraline.
Violeta solo mira a Coraline, era cierto ahora no solo es Coraline Funes, ella desde que despertó se convirtió en parte de la familia y ahora nadie puede evitarlo, ni la misma Coraline es una Mortifero.
—Te aseguro que no faltare a la fiesta. —dice Violeta.
—Me pueden explicar de qué hablan. —dice Coraline.
—Bueno Coraline, aún no te defines ni qué tipo de habilidad tendrás quizás será clásica, lo que sea, de todos modos, eso finalizará, pero antes debes entender que ser una vampira tiene deberes que deberás respetar, no es nada fuera de lo común vivirás en mi mansión y asistieras a la misma universidad en la que yo estudie.
—Es todo. —dice Coraline.
—Entre otras cosas, porque no eres solo una vampira, eres parte realeza, pero eso vendrá después, bien Coraline.
—Pero no puedo asistir así nomás a una universidad de vampiros, debes entender que yo vivo con mi tía y sé muy bien que, si comienzo a esconderle cosas o que intentes alejarme de ella, no lo hare.
—No claro que no intento que hagas eso, —Edmund ya tenía un plan de cómo proceder, pero Coraline aún no era seguro que lo supiera, al ser por Violeta que se encontraba con ellos, aunque confía en ella y que tendría la ayuda de su padre, nadie debía saber de lo que haría con Coraline. —La universidad del señor Jones que no solo cursan vampiros se encuentra aquí, y es visitada por los padres de los estudiantes, te enviare todo sobre la universidad y ambas pueden visitarla sin ningún problema. —le dice Edmund.
—Debe tener buena fachada para convencer a los padres. —dice Coraline, al ver que hace reír a Edmund por primera vez.
En eso él cambia su expresión algo más seria, al tener cerca de Coraline y decirle al tomar su mano.
—Lo siento, siento que ellas hayan muerto, aunque hable con la policía es como descubrí que me recordaste, gracias porque entendí que seguían con vida igual me presente a cada una de sus casas y me presente a la ceremonia que fue en la iglesia.
—Edmund, los vampiros pueden entrar a las iglesias.
—Sí, nunca hemos tenido problemas Coraline, no hagas caso a lo que se dice por las películas o r************* , bueno fue un placer conocerte, pero debemos irnos.
—Igual nosotras, debemos volver a mi casa ya que hoy es mi cumpleaños y mi tía organizo una fiesta para mí, debo estar hay.
—Entonces Felicidades. —le dice Edmund.
En cambio, Raimundo la felicita y abraza de una forma alegre, que al estar abrazándola él la alza del piso, Coraline agradece y dice:
—Eres bienvenido a mi fiesta de cumpleaños.
—Gracias. —responde Raimundo.
—Podrías quedarte en mi casa, tenemos otra habitación te haría pasar como primo de Violeta, claro si están de acuerdo. —les dice Coraline.
A lo que los demás la miran y Violeta piensa, sí que se la está tomando bien las cosas, Edmund mira a Raimundo.
—También me gustaría saber tu respuesta, porque es a ti a quien se lo dice. —dice Edmund.
Algo que al mismo príncipe gusto escuchar de Coraline, comprendiendo que fue un gran error que cometió en la más honorable tradición de su propia familia, que si lo ve desde otro punto de vista el destino se involucró, podría decirse que solo un poco.
—Sí, quisiera estar en una casa humana.
Coraline y Violeta sonríen al escuchar a Raimundo y Coraline mira al guardaespaldas, al ver que serían muy buenos amigos.
—Debemos irnos. —dijo Coraline.
Violeta dice:
—Raimundo ya sabes dónde queda la casa.
—Si gracias Violeta.
Agradece al ser que antes Violeta le había hablado sobre la casa de Coraline. En eso se despiden todos tomando sus diferentes direcciones, se encuentran caminando las dos chicas al ir hasta el auto hablando y riendo.
—Como no me iba a sentir enojada Violeta, pero ahora que podré ver a sus hermanos.
—Pero no vayas hacer alguna locura, ellos son vampiros más experimentados, es por eso que debes ir a la escuela.
—¿Por qué es tan importante ir a esa escuela? Violeta.
—Aunque es una escuela ordinaria, que tiene lo mismo que una escuela humana nada diferente, pero de las cosas que serán nuevas y espero te gusten, porque te entrenan tanto físicamente, mental y te ayudan a controlar la habilidad que vaya a surgir en ti, y como te decía hay excursiones y campamentos que son genial, si eres un vampiro o criatura sé que te gustara asistir.
—Violeta, crees que pueda entrar a esa escuela.
—Claro, tienes lo principal, eres vampira.
—Pero como dijo Edmund aun no sé de qué clase.
—Eso es de lo que menos debes preocuparte, porque al final eres vampira, porque en cierto modo acepta tu organismo la sangre que tiene tanto el fruto del tlautik y lo de aquella White.
Coraline lo imagino, aunque nunca lo dijo, pero contesto a eso.
—Crees Violeta que el White tuviera sangre.
—Claro, las pequeñas patillitas que parecían de juguete es sangre y el líquido que parecía trasparente que protegía, eso era algún tipo de sustancia de la misma sangre, solo que tomo ese color pareciendo agua, porque hablando claro te falta mucho por conocer Coraline de otras personas, criaturas y de nosotros mismos, los vampiros, no es para molestar, pero quizás ese líquido era sangre de otro ser.
—No me digas que era de algún animal.
—No lo sé, Edmund será quien te lo diga.
Coraline asiente no muy convencida, pero llegan hasta el automóvil y entran dentro, a lo que arranca Coraline y pregunta a su amiga.
—Violeta a esa escuela del señor Jones asisten solo vampiros.
—No también criaturas humanas, humanos con diferentes capacidades y habilidades, lo entenderás mejor cuando visites la universidad. —dijo Violeta.
Entendía Coraline que su amiga no diría otra cosa más, porque sería difícil explicarse y era mejor ver que explicar. Continua ella manejando alejándose dejando atrás el bosque, escuchaban algo de música hasta que llegaron, en casa vieron afuera algunos autos estacionados, en eso entran hasta la cochera donde detiene el carro y ambas bajan y van para entrar a la casa, en eso que abren se escucha un fuerte grito unido al decir:
—¡Feliz cumpleaños!
Todos estaban ahí sonriendo a la cumpleañera, se encontraban más de los que ella pensó que asistirían, eran su tía Agatha, su primo Shaun con su novia a su lado, Gema, Micaela, Daniel amigas y amigos de tía Agatha, algunas compañera de la pizzería al igual que compañeros, entre otras personas, todos felicitaron a la cumpleañera y conocieron a Violeta, su gran sorpresa era Raimundo el había llegado antes y tía Agatha menciono que el llego, que pareciera que venían detrás de el al ser que casi llegaron al mismo tiempo y ambas se sorprendieron de saber que tía Agatha estaba de acuerdo de que él se quedara y que dormiría en la otra habitación, a lo que Violeta y Coraline se miran y asienten convencidas, y de acuerdo después de eso trascurrió la fiesta entre platicas, festejo, risas y algo de diversión. En eso se encuentra Raimundo y Coraline platicando.
—¿Quién es Micaela? Coraline. —Pregunta él.
—Es la chica que habla con la novia de mi primo ¿Por qué te gusta?
—No, Edmund me conto que fuiste a un circo y escucho a esa chica decirle a esa amiga tuya Gema, dice que se llama que tu mirabas como aperitivo a tu amigo Daniel.
—¿Qué? Edmund debe estar equivocado, entiendo que le gusten los vampiros y películas de terror, pero que haya dicho eso es imposible, acaso intentas matarla por a ver dicho eso.
—Si quieres lo hago.
Coraline abre disimuladamente los ojos y toca su hombro.
—No es necesario tranquilo, es mi cumpleaños.
—Felices 19 años.