Aliento de vampiro: De humana a una híbrida. Vol.3

Capítulo 17

Hace unos momentos Coraline había soplado a sus 19 velas encendidas, que solo se apagaron y que tía Agatha cortaba las rebanadas que con ayuda de su hijo, Violeta y Amanda la novia de Shaun, repartían a los invitados, todos comían, pero Coraline se encontraba sola en la cocina mirando fijamente su rebanada de pastel de tres leches, aún se encontraba titubeando en probarlo y comerlo, se veía tan delicioso a la vista con esa aroma fresco, dulce y dando una buena vista a ese postre, el tenedor aun continua a lado de aquel plato extendido color verde y no se diga de esa porción de pastel, con solo mirarlo Coraline lo saboreaba en la boca.

—Por dios se te hace agua la boca.

En eso que escucha decir eso a Violeta y voltear a verla, solo imagina que quizás o tal vez así sienten los vampiros su boca antes de morder y beber sangre.

—No sé, en realidad si deba comerlo. —dice Coraline.

—Solo cómelo, antes de que se den cuenta que aún estamos en la cocina, de todos modos, tome de la maleta de Raimundo un White Keren, y si sucede algo tomaras esto estás de acuerdo.

—Ok Violeta.

Coraline toma el tenedor corta un poco del pastel lo mira y come, enseguida mientras lo come saborea y pasa por su esófago.

—Te encuentras ¿Bien? Coraline. —le dice Violeta.

—Eso creo.

En eso mira Violeta que Coraline come otra pequeña parte del pastel.

—Wow, ahora también aun puedes comer comida ordinaria de humanos, —Ella no quiere decir algo más, decide mantenerlo en la mente, no quiere causar alguna esperanza a Coraline menos imaginar que sea posible. —Enseguida vuelvo, debe ver esto Raimundo. —le dice Violeta.

Coraline continúa comiendo, Violeta solo sale de la cocina y busca a Raimundo que ve que conversa con algunos amigos y compañeros de trabajo de Coraline.

—Raimundo.

El voltea a ver a Violeta al decir:

—Violeta ¿Qué pasa?

A lo que ella responde de forma rapida con una leve insistencia.

—Debes ver a Coraline está en la cocina vamos.

—Claro Violeta.

En lo que los dos van hacia la cocina y todas esas personas se encuentran sumergidos en sus propias conversaciones y distraídos, llegan a la cocina Coraline se había terminado de comer su rebanada de pastel.

—¿Estas bien? Coraline. —pregunta Raimundo al ver a Coraline muy bien.

—Estoy muy bien y puedo comer eso, está bien ¿Verdad? —dice y pregunta Coraline.

Raimundo voltea a mirar a Violeta, mientras Coraline ya había dejado el plato en el lavabo, antes de que alguno de ellos dijera algo Coraline les dice:

—Volvamos a la fiesta chicos.

Ellos asintieron, pero antes Violeta le susurra a Raimundo.

—Más tarde debemos hablar.

—De acuerdo. —responde Raimundo.

Se encuentran los tres platicando con algunos invitando, aun conociéndolos entre charlas y risas, en eso algunos ya se despedían de tía Agatha, al igual que de la cumpleañera, quedando solamente Shaun, Amanda, Violeta, Raimundo, tía Agatha y Coraline. Se encontraban alzando, recogiendo y tirando tanto lo que era para la basura, en lo que después Coraline comenzó a abrir regalos, descubriendo cosas diferentes en su interior de aquellas bolsas o papel de regalo, que estaban envueltos, a lo que descubre que son bonitas bolsas de mano, alguna mochila práctica, estuche de maquillaje, discos de música, peluche y ropa, al ver el regalo que le dio su primo descubriendo que esa caja no muy grande y personalizada que contiene cinco cajitas chicas en color verde, que enseguida Coraline calcula que son 50 hojas, mira la caja de una de ellas que se lee 10×2 y ve que trae otras cosas, como marcos magnéticos, más un álbum, kit de diseño de marcos y de accesorios.

—Este es un regalo de mi mamá y mío, se lo mucho que te agrada la fotografía y tu colección de cámaras, y sé que mi madre te regalo la cámara y yo te regalo este kit, porque sé muy bien que tomaras muchas fotos.

—Gracias Shaun. —dice Coraline al levantarse y abrazarlo.

A lo que se quedan un rato más para después despedirse, a lo que Coraline se da cuenta que Shaun y Raimundo se cayeron bien, al igual que Amanda y su amiga Violeta, a lo que ellos se despiden al salir de la casa, después tía Agatha decide ir a su cuarto a dormir un poco.

—No te preocupes tía ve a descansar. —le dice Coraline.

Solo se quedan los tres continuando hablando, después de que tía había subido las escaleras.

—Iré por un poco de pastel. —dice Coraline al ir a la cocina.

Y deja a los dos sentados al sillón mirando tv, mientras hablan, Coraline abrió el refrigerando de nuevo para meter el demás pastel que aún había, al ser que solo en su plato era una rebanada no muy grande y un vaso de leche.

—Si quieres yo lo llevo.

En eso voltea a ver que es Raimundo quien se lo dice, a lo que ella contesta no muy convencida, pero solo lo dice:

—Si gracias. —responde Coraline.

En eso los dos salen de la cocina y Violeta ve que Raimundo trae el plato de pastel y el vaso de leche que deja a la mesita, y ve que Coraline solo alza los hombros confundida a lo que se sienta a lado de ella.

—Solo te está sirviendo.

—Solo porque Edmund le dijo Violeta.

—No lo pienso así, porque le agradas, aunque él será también tu guardaespaldas es su trabajo, debes acostumbrarte.

—Si. —contesta Coraline al comer un poco del pastel y estar convencida de no querer los servicios de un guardaespaldas, menos de un sirviente.

Mientras Coraline está ocupada comiendo y bebiendo del vaso de leche, acompañada de sus dos amigos que comen de su propia fruta de vampiros que con solo mirarlos comer de esos gajos y ver de cercar como lo comen, saboreando su fruto que le pareció un rojo anaranjado óxido, no sabe porque lo piensa, pero solo lo ignora disfrutaban viendo una serie, que a veces Raimundo preguntaba una que otra cosa de la misma serie que veían, de repente Coraline pregunta al decirlo tan normal.

—Creen ¿Que Edmund se encuentre bien?

—Él se encuentra bien. —responde enseguida Raimundo.

—Después sabrás como nos trasportamos a otros lugares, sin necesidad de ir en un auto, autobús o avión.

—Violeta entiendo que gran parte de eso es la que tú usas para llegar a otros lugares, como cuando llegas.

—Claro, sabes lo básico más otras formas no me voy tan lejos, las veces que me miras de forma que crees que estoy loca o llevo mi imaginación muy lejos, que decides solo escuchar, pero no creer.

—Lo creeré cuando lo veo con mis ojos. —responde Coraline porque bien sabe de lo que su amiga, al mencionar cuando habla de tipos de bosques, arboles más que nada, sobre lo fuerte audaz de los tipos de naturaleza que existen en el mundo, más aún hablar de un mundo paralelo que en la misma tierra existe y que ahora ella deberá verla y creer en ella.

—Disculpen chicas, volveré a mi habitación debo contactar a Edmund. —les dice Raimundo.

A lo que ambas asienten y lo ven subir a las escaleras rápidamente, a lo que Violeta y Coraline se quedan sola.

—Sí que estaba cansada mi tía, ya mira la hora. —dice Coraline.

—Cierto, acaso el trabajo es duro.

—Algo Violeta, la han estado contratado varias personas y ya sabes ella ya está acostumbrada a eso, —en eso Coraline deja algunos trastes en el lavabo. —Cambiando de tema, vi que conociste a Amanda. —le dice Coraline al ver a Violeta.

—Claro, tu primo y ella fueron de los primeros que habían llegado a la fiesta, ella me lo dijo me cayó bien, pero Coraline ¿Por qué preguntaste por Edmund? —pregunta Violeta.

—Te soy sincera Violeta, no lo sé, solo quise preguntar no sé si fue solo curiosidad o algún presentimiento, ni yo misma me entiendo.

—Crees Coraline que ambos estén conectados.

—¿Conectados? Violeta.

—Si mira, sé que pensar en lo que te diré es una posible locura, pero debes saberlo, analiza por un momento, sé que no crees en las casualidades, coincidencias, destino y menos en las profecías, —Coraline escucha a su amiga, era cierto ella nunca ha creído en eso y menos en las profecías, aunque solo las mira en películas que solo son ficción. —Y si todo lo que sucedió esa noche, debía pasar y solo una debía sobrevivir que al final fuiste tú.

—Violeta, pretendes decirme que lo que me sucedió a mis amigas y a mí fue un tipo de predicción, en el cual solo sobreviví yo.

—Coraline sí y no debes saber que nosotros los vampiros, como otras personas de mi mundo antes y aunque, ya no es tan común creían y creen, estoy muy segura de que antes y ahora han existido, claro nunca sabemos de qué forma se presentaran, pero Coraline si acaso solo es una predicción, como lo dice eso no cambian que ahora Edmund y tu están más conectados de alguna forma.

—Ahora crees que llevar sangre suya nos conecta.

—Claro Coraline, existe la posibilidad que seas su novia.

Eso hace reír Coraline.

—Su novia, eso es una patraña.

—Claro que no Coraline, antes, pero aun algunas familias vampiras continúan respetando esa forma de trasformar a las jóvenes mortales, más que nada la realeza, para después queden comprometidas con el vampiro quien las creo y si no me equivoco, estas comprometida de alguna forma con cualquiera de los dos.

—¿Cuáles dos? —pregunta Coraline.

—Recuerda primero te mordió Derek y después Edmund, a alguno de los dos te tomara como esposa.

—¡Esposa! —grita ella. —Lo siento, pero que me estas tratando de decir, que aparte de a ver sobrevivido y ser una vampira equis, ahora sin que yo lo sepa estoy comprometida con uno de esos imbéciles, esto sí que es un circo.

—Coraline, pero no te pongas así, puede que.

—Se puede ¿Qué? —dice molesta Coraline.

—Tal vez no sean las cosas tan mal, vivirías extraordinariamente.

—Violeta acaso no me conoces, crees que por vivir de esa manera estaré bien, debí irme con Edmund, tomar las cosas como vienen sin dejar correr los minutos, ahora solo esperare a que vuelva solo espero no tarde.

—No Coraline, no te atrevas a pensar por un minuto en eso. —le dice algo preocupada Violeta, al darse cuenta que ni Derek ni Edmund imaginan a qué clase de ser humano convirtieron y al parecer, a ver bebido del White Keren planifico parte de su lado vampiro.

—Es una buena idea, cierto, después de todo él me sirve a mí.

—No Coraline, debes esperar. —le dice Violeta, pero no quiere sonar temerosa al solo imaginar que suceda.

—Pero iré a dormir.

—Promete que no lo vas hacer.

Coraline solo sonríe y sale de la cocina tarareando.