Le había deseado las buenas noches a su amiga Violeta, dejándola mirando televisión, pero antes de ir a la cama decidió ir afuera a su balcón y sentarse, solo se quedó por un rato solamente sentada, al ser que se acostumbró a ese frio. En eso que se levanta mira, saltar a Violeta e irse hacia el bosque, algo que ignora ella y solo vuelve adentro y se acuesta a la cama, buscando que el sueño la invada, que al final obtiene, pero despertando casi a media noche o a veces a las dos o tres de la mañana, como lo ha hecho en estos días, sin encontrar solución de volver a dormir quedándose despierta, acostada mirando al techo, soportando aquel dolor en su garganta que siente cada noche, pero esta vez volvió a despertar a las 02:27am y prefirió ocupar ese tiempo leyendo algún libro, miro desde su balcón que su amiga había llegado y solo volvió a su cama, más tarde escucho los pasos de su tía y los de Violeta, al bajar por las escaleras Coraline decide levantarse y ver si oye algo, al pegar la oreja a su puerta, pero ahora solo las escucha venir, ella corre hacia su cama y se acuesta fingiendo dormir, para después escuchar que su tía Agatha y su amiga están cantando las mañanitas y ver su pastel y su regalo, pero ahora Violeta y ella se encuentran sentadas a la mesa, comiendo cada una su rebanada de pastel mientras se encuentran platicando con tía Agatha, y al ver ella que Violeta solo da bocados tan pequeños que parecen no tener nada el tenedor.
—Ya tomaste tu tlautik. —le dice Coraline.
Pues la palabra tlautik, aunque no la entendía para nada Coraline exactamente, pero para su amiga referirse a esa palabra era hablar de una piedra rubí que ella conoció una vez y que la tomo con la mano, al solo ver que era una simple piedra, pero para Violeta no, ella asegura que en su interior tiene un líquido, que cuando Coraline lo supo le dio asco al solo saberlo, sin explicarse cómo podría esa pequeña piedra conservar sangre, pero en cambio existen y tienen diferentes formas que ayudan a los vampiros, pero no es usada frecuentemente, solo en ocasiones porque abusar de ese tipo de piedra provocaría horrores en la misma criatura, en cambio para su amiga Violeta solo lo come como si fuera un caramelo, así podría soportar solo una cantidad exacta de alguna comida humana, lo único era que debía aprovechar sus beneficios, al ser que saborearlo causaba que corrieran los minutos y después de que ya comiera algo humano, debía enseguida tomar un trago totalmente de sangre pura, al ser que los efectos del tlautik se perderían al instante, pero como no es la primera vez que Violeta lo hace y que en casa de Coraline no se encuentra disponible una copa con ese tipo de bebida, es como Violeta descubrió que funciona comiendo un gajo de su fruta preferida y que para Coraline, es la única fruta apta para vampiro.
—Si ya, —pero se da cuenta ella que Violeta solo comió menos de la mitad de la rebanada de pastel que tía Agatha le había servido, y ahora ella solo comía sus gajos. —Sabes que lo dulce no es tanto de mi agrado. —dijo Violeta.
Coraline sonríe al asentir comprendiendo a lo que se refiere su amiga, porque ella le contaba que mezclar ambos sabores le causaba a ella como beber medicina, Coraline lo sabe, porque Violeta lo dice al ser que, en una de las pijamada por hacer verdad o reto, Coraline la hizo beber un buen trago de una desagradable botella de medicina, algo que su amiga no ha olvidado para nada.
En eso están hablando sobre la universidad de Violeta, mientras se encuentran subiendo las escaleras para ir a su habitación y tomar sus cosas, al saber que la pequeña fiesta que está organizada para más tarde daba mucho tiempo, al decidir ambas en disfrutar la mañana para salir e ir a cualquier parte, ellas están hablando.
—Van hacer un viaje. —le dice Coraline.
—Si la maestra nos llevara, Coraline me encantaría que asistieras conmigo en la misma escuela, sé que te encantaría e irías a esos mismos viajes en grupo.
—Violeta te lo he dicho antes y ahora, ni que fuera una vampira, solo soy una humana.
—Lo sé Coraline, pero tal vez eso cambies.
Sacude la cabeza Coraline sin entender a qué se refiere su amiga o que, en realidad, ella misma sabe a qué se refiere y por un instante lo sabe, pero ese temor en ella misma surge de nuevo y solo quiere ser algo graciosa en su respuesta, pero no sale muy bien, a lo que cambian de tema.
En eso cada una entra a su propio cuarto, Coraline no sabe, pero presiente algo, en eso solo sale un momento hacia su balcón al ver hacia el cielo que no se encuentra tan soleado, este intermedio, entre nublado y caluroso, un clima que siempre es extraño en otoño. En eso vuelve adentro y ella se encuentra buscando algo, en eso Violeta solo entra y se sienta sobre la cama, al escuchar que Coraline tiene encendida su reproductor de música, que se escucha en todo el cuarto, por momentos no hablan de nada, pero entre las dos cantan a todo pulmón cada canción que se escucha, pero es cuando comienzan a escuchar aquella canción zombie, en eso Violeta mira a Coraline que se encuentra sujeta su mano al mueble de su tocador y el espejo le refleja que Coraline no se encuentra bien, tiene los ojos cerrando como intentando controlar algo de su interior, la canción aun continua.
—Coraline te encuentras bien. —le dice Violeta.
Ella intenta abrir los ojos, pero aún continúan cerrados al solo responde a su amiga.
—Bien creo que me levanté muy rápido y me mareé.
Violeta se queda al escuchar a Coraline, al ser que en ningún momento se ha sentado. En eso ella decide ir a detener la canción, pero antes de ir a apagar el reproductor mira por un momento a su amiga, al darse cuenta que se reflejan el color de sus pequeñas venas sobre su ojo cerrado, abre los ojos al impresionarse de ver eso y dice:
—Basta Coraline parare la canción, pero antes debes sentarte yo te ayudare.
A lo que la lleva a que se siente a la cama y a mitad de la música solo oprime y apaga el reproductor de música.
(https://www.youtube.com/watch?v=cWfZjV4i2Nk)
—Coraline solo respira y exhala, —se da cuenta que esta por decirle algo, pero la detiene. —Coraline no estás bien, espera, ya después hablaremos, pero antes debes reponerte toma come esto.
—¿Qué es? Violeta.
—Algo de fruta anda come.
—No quiero.
—Coraline no te encuentras bien solo come uno. —dice Violeta al tener en su mano un gajo del fruto que enseguida come Coraline.
Mientras Coraline come ese extravagante gajo de alguna forma comienza a relajar en un breve punto su paladar y garganta, al sentir una mezcla de sabores, algo agrio como si fuera piña, ya pasada solo lo traga y es como abre los ojos.
—Ya te sientes mejor. —le dice Violeta.
Coraline asiente y dice:
—Si mejor, no entiendo eso calmo mi garganta ¿Sabes lo que me sucede? Violeta.
—Eso creo, pero antes dime porque no me dijiste nada sobre estos episodios que tienes, porque estoy segura de que no es ni la primera, ni la última vez que has tenido desde que murieron tus amigas.
No puede mentir a su amiga.
—Si Violeta.
—Solo cuéntame.
—Te lo contare, pero salgamos afuera en el auto.
—Genial si, sino tía Agatha puede interrumpirnos vamos.
En eso las dos salen de la habitación, bajan ambas rápido las escaleras, algo que para Violeta ver a Coraline significa que es en particular parte vampira quizás, pero no se ilusiona demasiado, en eso ven que Agatha está mirando televisión, pero también ocupada en su laptop.
—Tía ya nos vamos, volvemos antes que comience la fiesta ya que no iré a trabajar hoy.
—Claro por favor no se tarden.
Ambas asienten y responden al unísono.
—Si.
En eso las dos se miran y Violeta mira en los ojos de Coraline un leve color rojizo que se va desvaneciendo en sus pupilas, siguen caminando hasta estar en la cochera, entran al auto y se abre la puerta de la cochera y salen de ahí. Mientras va manejando Coraline antes de comenzar a platicar se detienen en una tienda, no sabe, pero Coraline tienes muchas ganas de comer algún dulce, cual no lo sabe, solo se detienen y solo las dos entran a la tienda miran y compran algunos chocolates, paletas y Sabritas, solo salen de la tienda con lo que compraron sin toparse con nadie, vuelven a subir al auto y Coraline continúa manejando.
—Imagino que quieres que vayamos al bosque. —dice Coraline.
—Si.
—Y si no me equivoco a la colina.
—Si.
Al escuchar ese si es como decide Coraline tomar el camino que le había indicado ella a su amiga Natalia, para llegar a la fiesta de esa noche, en eso que llegan detiene el yugo y antes de salir de ahí le dice Coraline a Violeta.
—Te contare Violeta, desde que desperté en mi cama después de esa noche anterior que fui a esa fiesta con mis amigas y no recordar nada de como llegue a mi habitación, después descubrir que murieron y que le mentí a la policía, solo recordando ese nombre que te dije hace unos días, —Violeta asiente, pero continúa escuchando a su amiga. —Después hace no mucho me he sentido extraña, si se puede decir así, aun en la escuela si me encuentro entre muchas personas, hace que sienta un remolido de olores que vienen a mi nariz y que arde mi garganta, no solo eso, comencé a despertar a media noche con el mismo dolor, tanto en mi cuerpo y garganta, que me exige beber que no lo sé y desde eso no puedo volver a dormir, ahora he despertado eso de las dos o tres de la mañana sin conciliar el sueño, siento dolor he hecho de todo para dormir y sentirme cansada, pero no ha funcionado y cada que escucho esa canción que ahora la entiendo, creí que volvería a dormir, al solo pensar en sentirme como me siento cada vez dentro del carro de tía Agatha, claro que ni eso funciona y ahora que comí de tu fruta, claro, apaciguo algo mi paladar, pero no un 100% Violeta.
—Ok entiendo Coraline perdona lo que te voy a decir, pero debes saberlo, sé que Edmund te refieres y él es un príncipe.
—Existen vampiros que sean príncipes. —le dice Coraline escéptica al arquear la ceja.
—Sí y no solo eso, tus amigas y tu fueron víctimas de su tradición vampiro, sé que no suena tan interesante.
—Tradición a que te refieres Violeta.
—Él te lo explicara, pero no es la cuestión, la verdadera cuestión es que fuiste mordida por su hermano Derek y después él también lo hizo quiso, el hacerlo también con tus amigas, pero ellas ya estaban muertas, no es que lo defienda Coraline, pero él así me lo conto, aquí lo importante es que sabe cómo poderte ayudar.
—Me insinúas que debo hablar con él.
—Ellos nos verán en la colina.
—En la colina ¿Ellos? —pregunta Coraline.
—Si es que el viene con su guardaespaldas.
—También tienen guardaespaldas.
—Claro no porque sea un famoso, sino que es de la realeza.
—No sé si quiero hablar con él.
—Coraline debes hablar con él, antes que esto trascurra más, por eso yo los cite en la colina.
—Está bien hablare con él.
Ambas bajan del automóvil.
—Este es el sitio en donde me estacione aquella noche y si recuerdo sobre lo que me conto tía Agatha que le dijo la policía en cual colina fue.
Comienzan a caminar adentrándose al bosque yendo directo a esa colina.
Palabra en español: rojo óxido.
Palabra en náhuatl: tlautik.