Raimundo y Violeta cambian de tema, al quedarse en el campo deportivo al hallar un balón de baloncesto perdido, el cual toma Violeta al revotarlo, el lugar estaba solo y desierto sin nadie vigilando y menos personas por aquel rumbo.
—¿Jugamos? —pregunta Violeta.
Raimundo acepta y comienzan a turnarse el balón, al tirar al cesto repetidamente divirtiéndose un poco.
—Entonces es posible que Coraline sea esa clase de vampira.
Nadie de los dos decía la palabra, al ser que realmente ambos sabían que Edmund pudo hacer que una humana volviera a la vida y que no solo eso, su mismo cuerpo y sangre se adaptaran a lo que siempre quiso, él que existe ahora y nuevamente desde que su madre desapareció.
—Claro y noto que Edmund está muy bien prevenido por cualquier cosa que suceda con ella y su familia.
Mientras se encuentran jugando dice Violeta.
—Reconozco que el señor Mortifero no estará muy feliz con la decisión de su hijo.
En eso Raimundo le quita el balón para tirar y dice en eso.
—No solo él, igual que sus hermanos, los sanguinarios y sobre todo los invitados de la fiesta.
—Exacto, será algo impactante revelar su presentación entre tantos que son aliados del señor Mortifero y la familia, es como veremos cómo se dividirán los aliados, solo por creer y saber que volverá entre los vampiros una clase tan valiosa y única de nuestras tierras, no sé cómo la reciban porque aun ella conserva su parte humana y no se trata de un juego, todo vendrá y caerá en su posición, crees que surja una batalla entre padre e hijo.
—Tal vez es por eso que el vendrá a verla después de su graduación.
Violeta se detiene antes de lanzar el balón a la canasta y mira desconcertada a su amigo Raimundo, al solo decir:
—Hasta la graduación está loco.
—¿Por qué? Violeta sucede algo.
—Es que Coraline y yo hablamos en la cocina cuando te fuiste a tu cuarto.
—Que es lo que hablaron.
—Para que te miento, le dije que era seguro que se casara con cualquiera de los dos.
—No veo nada malo en eso.
—Cuando se lo mencione se enojó y tuvo la idea que claro, luego te lo dirá que tu Raimundo la lleves a la mansión.
—¿Que planea hacer?
—Supongo cualquier compromiso que surja con ella y no piensa esperar a que vuelva a Caxza Edmund.
—Eso no puede ser, de todos modos, planee hablar con ella mañana porque aparte de eso, que debe saber lo que dijo Edmund debe también saber, yo solo me quedare otros dos días y volveré a la mansión porque Benjamín y las gemelas vigilan a sus hermanos y a su padre.
Asiente Violeta al escuchar a su amigo y comprende que, si esas gemelas también lo saben, todo quizás resulte tan mal, porque Edmund no solo causara que los aliados se dividan, sino igual la familia Mortifero, es cuando solo decide lanzar el balón.
—Podríamos irnos juntos, porque también quiero contarle a papá para apoyar a Coraline y Edmund. —le dice Violeta.
—Veo que Coraline y tu son muy buenas amigas.
—Desde que nos conocemos y ahora que es parte vampira, sé que no será difícil adaptarse a nuestra rutina, pero tengo confianza que Edmund estará con ella.
—No te preocupes, no imaginas todo lo que ha creado desde que se prometió en que alguien se convirtiera en una vampira como su madre.
—Eso entiendo, aunque nunca creí que sucedería con mi mejor amiga. —dice Violeta sonriendo al rebotar el balón.
—Ni yo que Edmund hallaría a una humana que pudiera sobrevivir a ese tipo de veneno.
—Yo cuando me lo conto mi papá de lo que tanto planeaba Edmund de crear ese veneno, me reí de que alguien reviviera con eso y ve, en cambio me callo la boca.
—Tu notaste algo en ella.
—Pues te contare, ella me llamo al teléfono después que murieron sus amigas y la escuche rara y después que solo recordó el único nombre que me dijo, Edmund, no lo creía es como se lo dije a mi padre y el me afirmo que ella hablaba de él, y como ya venía su cumpleaños decidí venir a visitarla y ayudarla a recordar, en cambio mi padre que es un vampiro astuto el imagino que Edmund estaría en Caxza y se vería con Coraline en cualquier momento.
—Exacto ahora deberemos esperar a lo que ahora pasara. —le dice Raimundo.
A lo que contesta Violeta.
—Así es, pero todo pasara después como lo dices, esperaremos a que se gradué y salga de Caxza veremos quienes dejan de ser aliados del señor Mortifero, porque muchos vampiros aprecian a Edmund.
—Y no solo eso, sabe las debilidades de su padre.
—No imagino lo que él haga cuando lo descubra, porque en verdad nunca ha sabido eso de Edmund, cierto Raimundo.
—No nunca lo mantuvo en secreto de una buena forma.
—Imaginas que tanto está haciendo Edmund.
—Ninguna idea, lo sabré cuando hablo con él, pero talvez nos veamos hasta la fiesta.
—Eso también pensé yo.
Los dos continúan jugando, pero ahora solo concentrados en el juego que se volvió algo divertido, que comenzaron los dos a acelerarse de forma intensa, imaginaba Violeta por un momento al pensar en Coraline que, si ella se desarrolla de buena forma, llegara a la misma agilidad que cualquier vampiro, algo que la hizo sonreír con solo imaginarlo. Continuaron jugando sin hablarse ambos o solo se decía algunas palabras como para molestarse y ver perder al contrincante, a lo que siguieron así por solo un rato más, hasta que ambos comenzaron a tranquilizar el ritmo del juego, al decir Violeta.
—Sera mejor volver a casa antes de que despierte tía Agatha.
Algo que acepto Raimundo, dejando el balón donde ella lo había encontrado, es como decidió que cada que vendría a ver a Coraline traería su balón de básquet para jugar, en eso ambos salen de la cancha deportiva dirigiéndose a casa nuevamente.
—Me cae bien la tía de Coraline.
—Si igual a mí, quiere mucho a Coraline por eso cuando murió su hermano y su cuñada, decidió tener la custodia de Coraline.
—Murieron sus padres.
—Sí, pero Coraline quiere mucho a su tía y primos, le será difícil a Edmund convencer a Coraline de alejarla de su familia.
—Entiendo, se nota que será difícil.
—Mucho porque ni Derek ni Edmund saben a qué tipo de persona trasformaron.
—Tanto es así.
—Claro.
Raimundo no dice otra cosa más, a lo que de repente solo pregunta a Violeta.
—Y ¿Cómo estás? Violeta, ahora que Fernando y tu terminaron.
Al escuchar lo que le dice rueda los ojos sin que él se dé cuenta, al solo responder:
—Estoy bien gracias.
Y dejan de hablar del tema, anteriormente Coraline sabia sobre Fernando el novio y ex ahora de Violeta, que habían casi durado cuatro años juntos y que terminaron recientemente, al descubrir ella que su novio vampiro que llego a amar le mentía, no porque la haya engañado con otra vampira, eso hubiera querido que fuera, pero no cambiaba su opinión de que descubrió ella sin que nadie se lo dijera que es un espía y cazador que intento asesinar a su padre, después de que lo descubrió ella termino con él y no lo ha vuelto a ver y menos ha sabido más de Fernando.
Están cerca de la casa, al llegar suben los dos a la ventana de la habitación de Violeta, en lo que ella desliza la ventana y entra ella y después Raimundo hablan por algunos minutos más, para después Raimundo decide volver a su habitación al solo cerrar su puerta y acostarse a la cama que se mantenía aun tendida.
Violeta se había ya puesto el pijama por cualquier inconveniente, aunque no puede mentir que es muy cómoda, en un color blanco con n***o que eran ojos grandes y graciosos, decide salir de su cuarto e ir al de Coraline, quiere ver si aún duerme o quizás este ya despierta a lo que se encuentra a su puerta la cual abre y mira que efectivamente Coraline se encontraba ya despierta, aun sentada a la cama al ver Violeta que tiene un cofre rosa abierto, mirando un pequeño frasco con algo rojo dentro.
—Buenos días ¿Qué es eso? Coraline. —le dice Violeta.
—Ven siéntate, sé que no te había hablado de esto y menos enseñado esto.
Violeta corre a sentarse junto a ella y taparse con el mismo edredón, ve el interior de esa caja.
—Esto me lo regalo la madre de mi amiga Natalia y como vez son diferentes collares y cosas.
—La misma que te dio el auto.
—Así es.
Violeta mira todo sin excepción de nada y sostiene en su mano la pequeña botellita, moviendo el líquido de su interior.
—Piensas que sea.
En eso ambas al mismo tiempo dicen a coro la misma palabra.
—Sangre.
—Sí y ayer la destape y olí pensando que la identificaría, pero no huelo nada. —le dice Coraline.
—Dejas que yo vea si siento algo.
—Claro Violeta.
En eso ambas miran aquel pequeño frasco y en ese momento Violeta la destapa y la lleva a su nariz, cree oler algo de aceite raro para que el color sea rojo, intenta continuar, pero solo el aroma a aceite dulce sea lo único que huele, decide solo cerrar el frasco y devolvérselo a Coraline.
—No sé si sea sangre en realidad, porque solo percibo un aroma a aceite dulce.
—Aceite, que raro. —dice Coraline.
Ella cierra el cofre y se levanta de la cama, para dejarlo en su mesita, en eso pregunta:
—Y ¿Cómo les fue ayer que salieron? Violeta.
—Nos viste.
—Claro estaba en el balcón.
Violeta decide no mencionar nada de lo que Raimundo y ella hablaron y solo dice:
—Bien, lo lleve a conocer parte de Caxza y estuvimos jugando en el campo deportivo.
—Enserio no había nadie.
—No y encontré un balón y solo jugamos algo de basquetbol.
—Qué bueno, me voy a cambiar, desayunamos y creo que no es muy tarde para ir al festival de adopción de cachorros y gatos.
—Claro igual me voy a ir a cambiar, porque también Shaun nos contó sobre el festival. —dice Violeta.
Y solo sale del cuarto de Coraline, solo tardaron unos minutos y es como los tres se encontraban desayunando, Coraline los mira comer su fruto rojo de ellos y se promete a ella misma nunca volver a comer de eso, su sabor, aunque lo sentía agrio, no era de su agrado, terminaron y se despidieron de tía Agatha, suben los tres al yugo mientras escuchaban música.
—Ahora que solo estamos los tres debo decirte algo Coraline. —dijo Raimundo.
—Si Claro dime. —dice Coraline aun manejando.
—Ayer hable con Edmund.
En eso llegan donde es el festival se estaciona ella y aún se encuentran dentro del automóvil.
—Te dijo que ya va a venir. —le dice Coraline.
—Dijo que te dijera que vendrá después de su graduación.
—Después de mi graduación, no puede ser antes.
—No, pero no te preocupes y también me iré pasado mañana.
—Tan pronto Raimundo.
—Si es así y no puedo explicarlo, pero confía en Edmund, por algo lo hace. —dice Raimundo.
Coraline asiente sonriendo, no entendía porque dejar pasar tanto y que se vaya al único que ha podido conocer y llegar a tenerle confianza.
—También pasado mañana me iré.
—Igual Violeta.
—Coraline estaremos en contacto, desearía decirte todo, pero ni yo sé cómo están las cosas.
—Está bien entiendo, vamos al festival.
Coraline decidió no enojarse con ellos, si entendió como era la vida de Violeta como vampira, como sería la suya ahora, solo debía esperar respuestas de Edmund al ser solo una broma para molestar a Violeta, de que Rai la llevara a la mansión Mortifero, porque esa noche y hora vio mucha sinceridad en los ojos de ambos, los tres salen del yugo y se encuentran disfrutando del festival de adopción de mascotas, al ver que muchas personas han asistido y llegan más, veían a los diferentes tipos de razas de perros y gatos que algunas personas miraban y elegían adoptar, al rellenar el documento de adopción y recibir algunos regalos para la mascota adoptada, Coraline fue a saludar a su primo Shaun, Daniel o uno que otro amigo que veía o saludaba, que también trabajaba en la veterinaria.