La mejor manera de terminar un día como este es ver como Maya y Caleb ordenan las esferas dándole una mejor distribución. Cuando terminan el árbol tiene un mejor aspecto. Cuando ya el sueño la domina. La acompaño a la cama donde se duerme en minutos. —Esta profunda —digo en voz baja mientras me acerco al salón donde descansa Caleb mirándolas luces del árbol. Lo ve como si no creyera lo que ven sus ojos. —La a paso muy bien en casa de tus padres. De hecho, debo confesar que yo también lo hice. Hace mucho que no disfrutaba de una cena de acción de gracias. —¿En tu casa no las hacían? —Ninguna celebración era aceptada. Cenas en ocasiones que presentaran alguna puerta a un negocio. —Lo siento. —No tiene importancia —replica —Graham y yo siempre nos tuvimos el uno al otro hasta que se