Hay un lugar donde las personas van cuando las cosas colapsan, donde las aves despegan sus alas y viajan a nuevo mundo, donde el niño se convierte en hombre y el hombre en un anciano, donde los capullos florecen y las orugas pasan a ser mariposas. Hay un lugar donde la realidad y el futuro se unen para dar comienzo a un nuevo viaje, uno que nos deja lleno de emociones indescriptibles y grandes sueños, ese es el lugar al que hoy me dirigía. Las cosas con Mateo venían bien, extrañamente bien, luego de nuestra cita romántica continuamos con los mensajes por las noches, los cuales completamos con algunas llamadas, Ben había vuelto a la ciudad luego de su viaje a Massachussets, un viaje que casi duro una semana porque a diferencia de mi departamento, el de él no estaba amueblado, así que con t