Sam Tenía dos grandes dilemas, el primero ¿Qué se lleva a Italia? El segundo ¿Cuánto aguantaría lejos de la tentación? Empezaremos con el primer interrogante, ese que ahora me tenía observando el ropero de casa, en busca de una solución para mi problema de moda, no es que no tuviera ropa, la tenía, Emily se encargaba de mantener mi vestuario a la moda, zapatos, carteras, accesorios, color de cabello, maquillaje. Em abarcaba todo, siempre todo, aun cuando me encontraba a kilómetros de distancia, ocho horas de vuelo, dos días en carretera, y miles de millas, ella se las ingeniaba para enviarme la última colección de lencería, jean, blusas y zapatos, en fin, tenía de todo, pero no sabía que íbamos a hacer. Otro de mis más grandes interrogantes era que tanto frío hacía allá, nunca había via