Mateo Una tenue luz dio contra mis ojos, los apreté con fuerza y sacudí mi cabeza intentando esquivarlo, quise mover mi cuerpo, pero el peso sobre él me lo impidió, entonces lo recordé todo, nuestra charla, el beso, su gemido, el idiota del ex, ella echándome, yo insistiendo, su olor. Abrí los ojos despacio, mi mano estaba aferrada a su cintura, en contacto con su piel, su cabeza en pecho, con todo su pelo desparramado entre el colchón y mi torso, su pierna entre las mías y su mano en mi pecho. Sonreí, anhelaba mucho este momento, tenerla entre mis brazos, sentir el olor a vainilla de su cabello y la mezcla de flores en su piel, la suavidad al tocarla, añoraba cada pequeña cosa de esto, otra vez luego de un año me sentía feliz y completo, volvía a tenerla conmigo y me negaba a dejarla i