Mateo Antes de lo que pensaba me encontraba esperando a los Hamilton en la puerta de mi edificio, todo era un maldito misterio porque nadie decía nada, nadie sabía nada y Sam no contestaba su teléfono, mis nervios estaban en un punto casi de colapso, mi corazón no paraba de golpear contra mi pecho mientras mi psiquis procesaba todo, ¿qué iba mal? ¿Por qué tanto misterio? El auto de Oliver paro en mi entrada, no espere mucho para guardar mi valijas en el baúl y subirme en la parte de atrás, Molly había estado llorando y se notaba, Aarón llevaba el ceño fruncido mientras observaba el videojuego en su teléfono, parecía un robot, haciendo una cosa y procesando otra. - ¿Pueden decirme qué ocurre? - Oliver suspiro y Molly volvió a llorar. - No sabemos, solo llamaron solicita