Mateo Tal y como siempre pasa cuando mi cuerpo encuentra el suyo, un huracán de emociones se abalanza sobre mí, deseo, amor, necesidad, lujuria, son algunas de las cosas que se instalan en mi sistema haciendo que las horas parezcan cortas y sus besos un sinónimo de eternidad. Sam se volvió a acomodar contra mi regazo, nos encontramos sentados en el sillón luego de nuestro rápido encuentro, va… yo estoy sentado, Sam por otro lado colocó un almohadón en mi regazo y apoyó su cabeza en el mientras empezamos una película. Con mi mano izquierda apoyada en el sillón y la derecha acariciando su cabello, me centre en lo que aparecía en la pantalla, aunque mi mente no paraba de procesar todo lo que había ocurrido el día de hoy. - ¿Qué quieres comer? - su labio inferior sobresale un poco