El mismo día
Guayaquil
Sara
No logro entender como termine en esta cafetería, incluso intento distraerme viendo las parejas, pero hay algo que me empuja a estar pendiente de la puerta, buscándolo, es que no tiene pies ni cabeza lo que hago, porque lo más seguro es que él siga con su vida, ¿Quién sabe por donde andará? Hasta debe estar tan lejos de mí, aunque es inútil luchar contra lo que me pide mi ser, ¡Rayos! ¿Qué fue lo que sucedió ese día en el puerto? Fueron unas simples palabras que cruzamos, nada más, porque no hubo miradas cómplices, ni siquiera coqueteamos ¿O sí? Creo que estoy viendo cosas donde nos las hay, para justificar como mi mente juega conmigo, igual busco la manera de disimular ante Maritza que disfruta del lugar hasta que su voz se hace presente.
–Sara te dije que
