El mismo día Guayaquil Sara Si guardaba algún gramo de esperanza por volver a ver a Antonio, lo acaba de enterrar Dolores con lo que repite, tengo que volver al pueblo, no hay forma que nuestros caminos se vuelvan a cruzar, porque está mucho más claro que él nunca estuvo en mi destino, solo fue una ilusión que creo mi corazón, pero aun así me duele ese final, al menos me obligaré a olvidarlo, a no seguir esperándolo, igual en este instante busco la forma de ocultar como me siento, incluso muestro una sonrisa falsa por el comentario de mi hermana, para aclarar mi voz y contestarle su pregunta. –¡Dolores! Solo a ti se te ocurre preguntarme si tengo algún pretendiente, sabes que no lo hay, porque no me interesa involucrarme con nadie. –Pues no estoy tan segura, tienes una mirada triste,