El mismo día Guayaquil Sara Hay una primera vez para todo, desde aprender a caminar, a montar a caballo, poco a poco vas perdiendo el miedo a las cosas nuevas porque sabes que tendrás el control, pero no es la misma situación cuando se trata del corazón, hasta se te nubla la razón como yo, que estoy resistiéndome a caer en los encantos de Antonio, ya que no quiero sentir que se me escape de las manos las riendas de mi vida, con una mirada, con una palabra suya, no es una alternativa dejar que marque mi rumbo alguien como él, y tendrá que resignarse que no puede tener siempre lo que se le antoje. Incluso ahora intento guardarme los nervios ante el roce de sus manos en mi piel, porque me está sujetando del brazo sin dejar de mirarme a los ojos, aunque yo desvió mi mirada abriendo mis oj