El mismo día Guayaquil Sara ¡Miedo! No puedo decir que es la palabra correcta a lo que siento por Antonio, más bien es temor a dejarme arrastrar como el agua del río por mi corazón, porque es la primera vez que ni yo misma entiendo lo que ha nacido en mí, es como si el destino jugara conmigo mostrándome una puerta que jamás abrí, confundiéndome con cada cosa que comienzo a experimentar, a llevarme a un lugar nuevo de emociones que me cuestan mucho asumir, incluso soy incapaz de sentirme segura. Aunque en este instante no quiero darle la razón a Maritza, porque para ella todo es tan simple, yo cuestiono mucho cada cosa nueva que vivo, además mi prioridad es estudiar, no relacionarme con un hombre que apenas conozco, incluso que puede jugar conmigo, pero a pesar de mis dudas aclaro mi v